
R. González
Forna
Martes, 15 de noviembre 2022, 19:59
El castillo de Forna, una fortaleza y palacio gótico que es un referente en la Marina Alta, permanece cerrado desde hace tres años a la espera de una restauración que le permita recobrar su antiguo esplendor. Eso va a ser posible gracias a una inversión que va a efectuar el Ministerio de Cultura de 1.091.000 euros procedentes de fondos europeos, que permitirá reabrirlo en 2026, según ha explicado este martes el secretario general de Cultura, Víctor Francos.
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El paso del tiempo ha hecho mella en el aspecto de esta construcción. De hecho, se hizo hace unos años un proyecto para acabar con su deterioro, que ahora se va a ejecutar una vez adaptado a las exigencias de los fondos europeos. La actuación en sí será la misma, lo único que han tenido que hacer es incorporar los aspectos para cumplir con las cláusulas de sostenibilidad y medioambiente, como la relacionada con la gestión de los residuos o la eficiencia energética.
Está previsto que las obras comiencen el próximo verano y todo debe estar listo para noviembre de 2026. Será una actuación importante de consolidación de la estructura, reconstrucción de las partes más dañadas y restauración. También se actuará para evitar derrumbes y se mejorará la accesibilidad de cara a las visitas.
De hecho, los proyectos sufragados con este tipo de fondos son para la reconstrucción y mejora de espacios patrimoniales que puedan generar actividad turística. Y eso, según ha remarcado Francos, es lo que se persigue en los dos que el ministerio ha aprobado en la Comunitat Valencia: el de Forna y el del castillo de Sagunto.
Los trabajos de restauración permitirán conocer mejor la historia de esta fortificación que se alza majestuosa en Forna, en l'Atzúbia. El secretario autonómico de Cultura, Joaquim Enric López, ha incidido en que el carácter de investigación que conllevarán las obras de reconstrucción. “Cuando acabemos, conoceremos más y tendremos más información”, ha recalcado.
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Quizás permitan datar con mayor certeza cuándo se levantó. Se baraja que el origen sería la torre vigía andalusí, que podría haberse construido en el siglo XII. Después, en los siglos XIV y XV se ampliaría hasta convertirse en el palacio vinculado a los Cruïlles, señores de la baronía de Forna.
Pese al deterioro de la fortaleza gótica, todavía se alza imponente. Las distintas estancias dejan ver el poderío que llegó a poseer siglos atrás.
El jefe del servicio territorial de Cultura en Alicante de la Generalitat, José Antonio López Mira, ha subrayado que este castillo es un referente en la comarca y en la provincia. Entre los numerosos elementos que se pueden ver, ha destacado las aspilleras visibles en puntos como las caballerizas y desde las que se podían disparar hacia el exterior. Otro de los grandes atractivos se halla en la mazmorra. Las paredes de la prisión contienen grafitis de gran valor que reflejan escenas de guerra con barcos con grandes velas o jinetes empuñando espadas.
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La alcaldesa de l'Atzúbia, María Oltra, acompañada también por la subdelegada del Gobierno en Alicante, Araceli Poblador, ha subrayado que el castillo de Forno constituye el bien más significativo del municipio. Además, ha puesto de relieve la importancia de actuaciones como la que va a ejecutar el ministerio para conservar el patrimonio arquitectónico.
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