Orxeta, en el corazón del Valle

Tierra olvidada durante décadas, el municipio conserva con orgullo un pasado forjado por siglos de ocupación humana, siendo testigo privilegiado del paso de algunas de las más importantes culturas del Mediterráneo. Efectivamente, antiguos legajos, monumentos y recientes hallazgos arqueológicos evocan en el visitante una trayectoria histórica que hunde sus raíces en la más remota prehistoria, como es el caso de las bellas manifestaciones de arte rupestre postpaleolítico.

En la actualidad, todavía el casco antiguo de Orxeta puede presumir de conservar una rica arquitectura tradicional propia del interior Mediterráneo. Su tipología guarda relación con la casa medieval entre medianeras, y son muy característicos los vivos colores con los que recubren sus fachadas. No deje pasar la oportunidad de disfrutar de un paseo por sus encantadoras callejuelas, acompañado siempre por el aroma del pan y otros productos elaborado por los hornos artesanos.

Retroceda en el tiempo y visite la antigua Iglesia Parroquial de San Jaime Apóstol, la Ermita de Santo Tomás y la casa-palacio de la Orden de Santiago o, si lo prefiere, recorra la huerta orchetana, principal sustento de la población desde época islámica. Y para los más deportistas, recomendamos especialmente las rutas senderistas, trazadas sobre antiquísimas cañadas, que permiten conocer algunos de los parajes naturales más hermosos del municipio, como son la garganta de «L'Estret», el Pantano del Amadorio (donde además podrá disfrutar de un espléndido día de pesca), el «Racó de Cortés» o la «Serra dels Castellets».