Un símbolo del patrimonio industrial de Dénia da la bienvenida al parque del Bosc de Diana

El Ayuntamiento de Dénia por fin ha podido presentar oficialmente este viernes la apisonadora municipal de los años 60 que ha sido restaurada por los alumnos de Automoción del IES Maria Ibars. Una pieza del patrimonio industrial que ha recobrado su antiguo esplendor y que ahora se encuentra en la entrada del parque del Bosc de Diana, dando la bienvenida a todos los que se acercan a este enclave.

Esta máquina, modelo VR 5 F y de 7 toneladas de peso en marcha, la adquirió en 1960 la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos de Dénia por un importe de 492.900 pesetas para arreglar los caminos agrícolas. Era la primera apisonadora que llegaba a la comarca, según ha explicado Francisco Bolufer, presidente de la Asociación de Empresarios de Talleres de Reparación de la Marina Alta (Asetrama), entidad que impulsó la restauración.

Sus primeros conductores fueron Diego Bañó, guarda rural perteneciente a la Hermandad, y Agustín Zaragoza Martí, miembro de su cabildo. Este vehículo aplanó los caminos por los que los camiones accedían a los campos para sacar la naranja que se recolectaba.

En 1977, tras la extinción de la Hermandad Sindical, la apisonadora pasó a manos de la Cámara Agraria Local de Dénia. Posteriormente, en la década de los 80, la Cámara cesó su actividad y entonces se la quedó el ayuntamiento.

Antes de ponerla a disposición del departamento de Obras y Servicios para realizar tareas de asfaltado, el alumnado del antiguo Instituto de Formación Profesional, ubicado en la cantera del castillo, se encargó de restaurarla en 1985 para que José Antonio Vives Pastor, conocido como Pepe 'el Pandago', la condujera. Durante una docena de años prestó servicio.

El tiempo pasó y esta pieza quedó relegada al olvido hasta que hace unos años Asetrama y el Ayuntamiento de Dénia impulsaron su recuperación para convertirla en un elemento decorativo.

El alcalde, Vicent Grimalt, ha destacado que era un orgullo recuperar una pieza como esta, que forma parte del patrimonio arqueológico industrial de la ciudad del que ya no queda mucho. El primer edil ha dado las gracias a Asetrama y al IES Maria Ibars por su trabajo e implicación en esta iniciativa.

Francisco Bolufer ha hecho hincapié en la unión de esfuerzos ha permitido llevar a cabo este proyecto. Además, se ha mostrado encantado por el lugar escogido para ubicar la máquina.

Por su parte, Pepe Toni Server, director del Maria Ibars en la época en la que se restauró la apisonadora ha recalcado que se comprometieron a que "saldría por su propio pie" del centro y cumplieron la promesa. Con ello, ha resaltado, conseguían dos objetivos: el aprendizaje del alumnado a través del trabajo práctico y que la ciudad recuperara una parte de su historia.

Asimismo, ha loado la Formación Profesional porque “cohesiona socialmente”, es integradora, “una oportunidad para las personas y una opción de vida digna”.

El colofón de la presentación lo ha puesto Noel Barber, jefe del departamento de Automoción del Maria Ibars. Según ha relatado, además de formar parte de esta iniciativa, en los años 80 integró el grupo de personas que se encargaron de llevar a cabo la primera restauración de la apisonadora.

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