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R. González
Xàbia
Miércoles, 7 de septiembre 2022, 00:17
Tras más de una década de quejas y reclamaciones, la lucha de un vecino de Xàbia, Juan Vicente Roig, para conseguir acallar las campanas de la iglesia de Nuestra Señora del Loreto parece haber dado sus frutos. Después de acabar recurriendo a la justicia por las molestias que le causaba el repique, la juez titular del Juzgado de Primeras Instancia Nº5 de Dénia le ha dado la razón y ha resuelto el precinto de las campanas de la parroquia de Aduanas del Mar, la clausura de los altavoces exteriores y una indemnización de 6.000 euros.
Roig está contento por el fallo judicial porque, según relata, la situación era “inaguantable” al estar su vivienda junto a la iglesia. “Con más de 850 campanadas entre el sábado y el domingo era imposible estar tranquilo en casa”, recalca. “Tengo 74 años y los que me quedan de vida los quiero pasar sin las campanadas”, insiste este vecino de Xàbia.
Cuando era pequeño vivía en esa casa con su familia. Al principio no estaban las campanas en la iglesia, pues llegaron más tarde, relata. Cuando se casó se fue a otro lugar, luego se divorció y hace unos 25 años volvió a instalarse en su antigua vivienda. Entonces se percató de las molestias que le causaban el repique tan frecuente.
Su odisea para reducir el volumen o enmudecerlas comenzó en 2009 tras regresar de un viaje de trabajo. Quería estar tranquilo el fin de semana, pero un “ruido” perturbaba su paz. “No puedo no estar en el patio de mi casa. ¿Por qué me tengo que encerrar dentro un domingo por la tarde?”.
Así que decidió empezar a llamar a diferentes puertas, la del ayuntamiento, la de la Policía Local e incluso la del Síndic de Greuges, porque las campanas tocaban “pegándole bien” todas las horas, “entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche, además de los bautizos, bodas, funerales y misas”. Según explica, las sonometrías le daban la razón porque superaban los decibelios permitidos, pero aun así el párroco no atendía a sus peticiones.
En 2017 logró un primer objetivo, que cesara el toque horario y se limitaran a anunciar los oficios religiosos y fiestas. Sin embargo, Juan Vicente Roig consideraba insuficiente ese triunfo pues el ruido al repicar no había bajado de volumen.
Decidió acudir a los tribunales y en abril del pasado año se produjo el fallo judicial a su favor. Pero un fallo en el envío de la notificación ha retraso que el vecino de Xàbia conociera el veredicto hasta este mes de septiembre.
Para Roig, esta sentencia se ha producido por la “dejadez” del anterior párroco y “ahora recogen lo sembrado”. También cree que del cese del sonido de las campanas se van a beneficiar muchos de sus vecinos.
Sin embargo, la postura de Juan Vicente Roig no la comparten algunos feligreses de la parroquia. Consideran que no es para tanto, especialmente desde el momento en el que dejaron de tocar cada horas y pasaron a sonar sólo cuando había misa.
Esta sentencia judicial, que aún no es firme y puede ser recurrida hasta finales de mes, se ha hecho pública cuando el núcleo urbano de Aduanas del Mar de Xàbia está inmerso en la celebración de las fiestas en honor a la Mare de Déu del Loreto. Los actos religiosos han empezado a tomar protagonismo este martes e incluyen volteo de campanas todos los días hasta que finalicen los festejos este jueves.
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