Las visitas estivales a la Cova Tallada bajan respecto a 2020 por la lluvia de septiembre

Para acceder a este paraje desde mediados de junio hasta que acaba septiembre es necesario haber hecho una reserva previa. Se trata de un sistema implantado para regular las visitas ante la masificación sufrida y la fragilidad de la gruta. Se puede llegar allí por mar o a través de una senda situada en el término municipal de Dénia. Este verano han pasado por allí 33.644 personas, según los datos del equipo técnico del parque natural del Montgó y de la reserva marina del Cap de Sant Antoni.

Durante la segunda quincena de junio, el número de visitantes se situó en 4.357. En julio, ya contabilizando todo el mes, ese número se elevó hasta las 11.177 personas y en agosto creció hasta las 11.451 visitas. En septiembre, fueron 6.659 los turistas que acudieron a la gruta.

El director del parque natural del Montgó, Joseba Rodríguez, comentó que este verano había descendido un poco la afluencia respecto a 2020. Según indicó el pasado año, durante el último mes de reservas obligatorias, hubo mejor tiempo y en esta ocasión la climatología no había sido tan propicia durante septiembre.

No obstante, Rodríguez puso de relieve que también se habían registrado menos accidentes importantes. Según dijo, sólo había habido uno de más relevancia, lo que contrastaba con lo que ocurría cada campaña estival antes de que se implantara la regulación del acceso a la Cova Tallada.

A ese incidente hay que sumarle otros de menos relevancia y también el desalojo que tuvo que llevar a cabo la Policía Local de Dénia el fin de semana de agosto que se prohibió la entrada debido a la ola de calor.

Algo que también se detectó esta campaña estival en la gruta y en la senda de acceso fue una reducción de la suciedad con respecto a otros años. El director del parque natural señaló que no sabía si esa mejoría se debía a que los visitantes eran más limpios o a que había grupos que se dedicaban a recoger basura de las sendas.

Esa misma tendencia se repitió en el caso de los grafitis. En ocasiones anteriores se detectaron varios y esta vez sólo uno.

Joseba Rodríguez también hizo hincapié en la aportación de Dénia y Xàbia, que permitió contar con una persona controlando el acceso por las tardes. "Eso ha sido importante porque había alguien en el punto de información y espero que continúe los próximos años", recalcó. Y, subrayó que en ese control habían contado con una caseta de madera, frente a la pérgola de otros veranos.