Benidorm, Altea y València ponen cara al modelo DTI valenciano en Fitur

Benidorm, primer Destino Turístico Inteligente (DTI) certificado del mundo; Altea, primer municipio de menos de 50.000 habitantes en conseguir ese mismo logro y València han sido las ciudades que han puesto cara al modelo de «destino innovador, tecnológico e inclusivo» que quiere presentar y poner en valor la Comunitat Valenciana en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) que este miércoles ha comenzado en Madrid.

Tal y como explicó el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, el objetivo del acto que ha tenido lugar en el stand de la Comunitat Valenciana no era otro que mostrar al mundo que «somos un destino de experiencias turísticas, con un amplio abanico de productos turísticos para disfrutar del Mediterráneo durante todo el año».

Buque insignia del turismo no sólo valenciano, sino de todo el segmento vacacional español, Benidorm tomó hace años la delantera en la carrera por la consecución del certificado DTI y, por lo tanto, sigue siendo la ciudad que marca el camino a seguir por el resto de aspirantes.

Su alcalde, Toni Pérez, deastacó que «las herramientas y recursos de los que disponía la ciudad gracias al desarrollo del Destino Turístico Inteligente contribuyeron a dar solución de forma más rápida a problemas que se produjeron durante la pandemia».

El primer edil considera que la conversión de la ciudad en DTI ha aportado «prestigio y visibilidad a nivel nacional e internacional» a Benidorm aunque lamentó que la irrupción de la pandemia «retrasó el desarrollo e implementación de proyectos previstos dentro del Plan Director, ya que los esfuerzos se centraron en la gestión de la misma. A pesar de ello, el DTI no ha quedado nunca aparcado, sino que el Plan Director se reorientó hacia un ‘Benidorm DTI + Seguro’, lo que dio transversalidad y oportunidad para ser más resilientes y resolver cuestiones que se sucedían en el destino durante la crisis sanitaria».

Además del prestigio y de la capacidad de resiliencia, el alcalde también se ha referido a la inteligencia turística y cómo su aplicación ha permitido analizar las tendencias de mercado y a partir de ahí tomar decisiones para ganar en competitividad.

Por su parte, el alcalde de la vecina localidad de Altea, Jaume Llinares, destacó que la certificación alteana llegó después de que su municipio apostara por sumar a su tradicional promoción cultural, deportiva, gastronómica y festera, entre otras, dicha certificación que le permite llegar a Fitur «como un referente en calidad, innovación y sostenibilidad en el ámbito turístico».

Llinares también quiso recordar que la condición de DTI de la Villa Blanca va a permitir «la inversión de cuatro millones de euros en la ejecución de 22 proyectos cuyo objetivo común es la mejora de la calidad de vida de los alteanos y visitantes».

Por ello, Llinares explicó que «el DTI, sus objetivos y las propuestas que se hagan irán en beneficio de los visitantes y también de los residentes. Reforzar nuestro destino turístico, permitirá la mejora de la inteligencia digital, pero también de la sostenibilidad y la movilidad en nuestro pueblo».

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