Benidorm aprueba su presupuesto de 2022 con el apoyo de los dos partidos mayoritarios

Benidorm ya tiene aprobado su presupuesto municipal para 2022. Serán 128 millones de euros cuyo reparto ha contado con el voto a favor del Partido Popular, que gobierna la ciudad con mayoría absoluta, y el Partido Socialista, principal grupo de la oposición y que el pasado viernes llegó a un acuerdo con los de Toni Pérez para incluir sus propuestas al documento, algo que, pese a no necesitar el apoyo socialista, se aceptó desde la bancada 'popular'.

Ciudadanos, con dos concejales, votó en contra después de que sus doce enmiendas fueran desestimadas por el gobierno y recibieran votos en contra o abstenciones por parte del PSPV-PSOE.

Lo cierto es que el presupuesto aprobado este lunes no recoge, tal y como reconocía Rubén Martínez a LAS PROVINCIAS tras el anuncio del acuerdo entre los dos partidos mayoritarios, las propuestas de los socialistas, que según el acuerdo firmado el pasado viernes deberán ser añadidas antes de que finalice el próximo mes de abril.

Así, las cuentas de la capital turística crecen en 13 millones de euros respecto a las del pasado ejercicio, elevándose en un 11% el gasto y en un 9% los ingresos en relación a 2021.

En el capítulo de inversiones, Benidorm contará con algo más de 30 millones de euros, una cantidad en la que se incluyen los proyectos incluidos en la Edusi benidormense y que, por lo tanto, cuentan con financiación europea. El de las inversiones es uno de los capítulos que experimentará una mayor subida respecto al pasado año, cuando a este cometido se consignaron 25 millones de euros.

Otra de las partidas que experimentará un considerable incremento es la del gasto en personal. La nueva Valoración de Puestos de Trabajo ha provocado que el conjunto salarial del Ayuntamiento de Benidorm haya crecido hasta los 45 millones de euros.

Y todo ello, en un año en el que se mantendrán muchas de las medidas tomadas en los últimos meses con el fin de reactivar la economía local y que pasan por congelar, bajar o, incluso, suspender el cobro de ciertas tasas e impuestos municipales. Una reducción más que considerable de ingresos que, así mismo, está pendiente de concretarse una vez que se conozca el futuro del impuesto de plusvalía, anulado por la justicia a finales del pasado año y que, por el momento, sigue sin cobrarse.

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