Benidorm propondrá a la Diputación la recuperación de la Torre de Morales

Erigida en el siglo XVI como una torre defensiva y enclavada hoy en día en pleno entramado urbano de Benidorm, la capital turística ha informado este lunes de su decisión de solicitar a la Diputación Provincial de Alicante una subvención para restaurar la Torre de Morales, unos trabajos que se realizarían en base a un proyecto redactado y aprobado en junio de 2019.

La concejal de Patrimonio Histórico, Ana Pellicer, ha destacado que la Torre de Morales «es uno de los monumentos patrimoniales más relevantes de Benidorm», algo que se demuestra por su catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC).

La edil ha informado que «el proyecto aprobado en 2019 y valorado en algo más de 200.000 euros, plantea una actuación tanto en la superficie como en el interior». Esos trabajos sobre la que en su tiempo fuera una infraestructura defensiva supondrían convertir a Torre de Morales en un nuevo atractivo turístico ya que estarían encaminados «a hacer la torre visitable, acercando de esta forma aún más nuestro patrimonio histórico a la ciudadanía y haciéndolo aún más atractivo, sobre todo para las generaciones más jóvenes».

Localizada en la avenida de Villajoyosa, en una franja que en el siglo XVI se ubicaba junto al Camino Real, la de Morales es, según la Dirección General de Cultura, «una torre prismática de unos cuatro metros de lado en la base que se conserva hasta la altura aproximada de siete metros. Su fábrica es de mampostería de irregular tamaño tomada con mortero que es de cemento en las reparaciones más modernas. Las esquinas se encuentran reforzadas mediante sillarejo de diferente tamaño».

Una de las particularidades de esta estructura es que «fue utilizada como vivienda», encontrándose «en su interior tres niveles de pisos». Antiguamente, estos tres niveles estaban comunicados entre sí por una escalera de caracol que el proyecto contempla reconstruir «una vez se demuelan los elementos impropios en el interior de la torre».

Asimismo, el proyecto prevé «restaurar la azotea, permitiendo la salida al exterior, reponer las carpinterías de madera, instalar luz eléctrica en el interior, y eliminar los focos de iluminación situados en la facha de la torre sustituyéndolos por otros ubicados a una distancia adecuada».

Además, la actuación recoge también la instalación de paneles informativos y descriptivos de la torre, que actualmente se encuentra tapiada y cerrada. Pellicer ha señalado que «hace dos años actuamos en el entorno de la torre, enclavada en nuestra trama urbana, para hacerlo más accesible y, al mismo tiempo, facilitar las futuras visitas a este BIC».

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