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Ocho de las primeras mujeres policía en el año 1982 LP
Benidorm: 40 años de las primeras mujeres policía | «No nos dieron arma ni defensa, sino un bolso con planos para poder informar a los turistas»

«No nos dieron arma ni defensa, sino un bolso con planos para poder informar a los turistas»

Carmen Cussac, Mª Inés Romero y Mati Martínez son tres de las primeras diez mujeres que en 1982 entraron a formar parte de la Policía Local de Benidorm

Nicolás Van Looy

Benidorm

Viernes, 18 de febrero 2022, 23:12

1982 fue declarado por la ONU como el Año Internacional de la Movilización para la Imposición de Sanciones contra Sudáfrica, donde por aquel entonces llevaba casi 35 años instaurado el sistema de segregación racial del apartheid, al que todavía le quedaban diez años de infame historia por delante. España se incorpora a la OTAN, Naranjito es la mascota de moda, Italia se lleva el Mundial de fútbol, el Congreso de los Diputados aprueba su reglamento de funcionamiento, reabre la cueva de Altamira, se sigue con atención el inicio del juicio a los responsables del 23-F, la rotura de la presa de Tous provoca la 'pantanà', Felipe González arrasa en las elecciones generales y se abre 'La Verja' de Gibraltar.

Todo eso ocupaba titulares en un país que trataba de superar sus diferencias tras 40 años de dictadura y la convulsa transición mientras la banda terrorista ETA intentaba hacerlo saltar todo por los aires literal y metafóricamente. A la vez, en el ámbito local, se iban conquistando nuevos hitos. Más humildes, quizás, pero igual de importantes. En Benidorm, en febrero de aquel año 1982, se daba uno de esos pasos que en el gran relato de la Historia apenas goza de una nota al pie de página: la incorporación de las diez primeras mujeres a la Policía Local.

Cuatro décadas después, tres de aquellas pioneras se sientan a hablar y recordar con LAS PROVINCIAS. Carmen Cussac, Mª Inés Romero y Mati Martínez siguen trabajando en el Ayuntamiento de Benidorm, pero hace tiempo que colgaron el uniforme. Narran con cariño aquellos años de juventud en los que se convirtieron, y así se sienten hoy en día, en pioneras de una lucha, la de la igualdad entre hombres y mujeres, que en pleno 2021 se sigue librando.

Durante la entrevista, las tres vuelven a ser aquellas «niñas» de apenas 20 años que, como explica Cussac, buscaban «conseguir un puesto de trabajo. Si te digo la verdad, no tenía la vocación de querer ser policía, pero surgió la oportunidad y nos presentamos a aquella oposición, que fue bastante fuerte y la misma que la de los hombres». Ahora, miran en sus móviles las fotos que conservan de aquellos días. Recuerdan a las que ya no están, como ‘Curra’ Cutillas y se ríen y emocionan como si el viaje a través de la pantalla les pudiera devolver a aquel Benidorm que ya no existe.

De izquierda a derecha, Mª Inés Romero, Mati Martínez y Carmen Cussac n. Van Looy

Cada una de ellas es un mundo. Mientras Cussac no sentía especial interés por ser policía, Romero hubiese querido ser «Guardia Civil porque vengo de cinco generaciones de guardiaciviles. En aquella época, el acceso a las mujeres a la Guardia Civil estaba vetado, pero a mi sí que era algo que me gustaba». Por ello, y pese a la novedad que suponía el paso que estaban dando, «cuando lo dije en casa, mi padre se sintió muy orgulloso».

La de Mª Inés Romero es, además, una de esas historias personales que han ido conformando el Benidorm actual. «Yo venía de fuera y recuerdo que el que me encontré aquí era un ambiente precioso. ¡Las mayores de aquella promoción teníamos 24 años y algunas 21!

Cuando echan la vista atrás, Cussac, Romero y Martínez mezclan en su discurso las sensaciones positivas y negativas que tuvieron en aquellos inicios. Su entrada en la Policía Local «fue muy chocante y en un ambiente bastante machista. Como hemos dicho, hicimos la misma oposición que los chicos, pero empezamos como auxiliares. Íbamos vestidas al estilo londinense, con nuestro bombín, nuestra falda… ¡y con tacones! Los hombres nos miraban con recelo, pero, a la vez, los más mayores nos trataron con mucho mimo y respeto. Casi como si fuésemos sus hijas».

Benidorm era, también en aquellos años en los que España pasaba del blanco y negro al color, un verso suelto en el panorama nacional. Hacía tiempo que el municipio había cambiado la almadraba y la marina mercante por el turismo y eso pesó en que «fuésemos de las primeras policías locales, junto con alguna gran ciudad, que aceptó a mujeres. Además, teníamos que estudiar inglés y francés».

Los inicios de la mujer en la Policía Local de Benidorm nada tuvieron que ver con la realidad actual. «Por supuesto, no nos dieron arma ni defensa. Llevábamos un bolso en el que teníamos planos de la ciudad… nos dedicábamos a informar a los turistas. En realidad, éramos informadoras». Fiel reflejo de la mentalidad de la época, «querían que estuviésemos en Jefatura, que por entonces estaba en el Torrejó, al lado de la playa. Así, si se perdía algún niño, éramos nosotras las que nos hacíamos cargo, porque pensaban que una mujer lo iba a poder atender mejor».

«En aquella época no había Policía Nacional en Benidorm», prosiguen. «Por eso, nos tocaba ir a veces a la Comisaría para cachear a las mujeres detenidas». Otras cosas, sin embargo, no han cambiado tanto. «El turismo inglés era el más numeroso y todas las noches venía el Consul británico a Jefatura y preguntaba ‘¿cuántos?’. Se refería a los detenidos que había habido esa noche por escándalos, por cargarse los arbolitos de la avenida Mediterráneo… todas las noches había un mínimo de 30 detenciones».

Ya como agentes de policía, Cussac, Romero, Martínez y el resto de sus compañeras fueron conquistando espacios y fue «a los dos años de entrar cuando nos dieron las mismas funciones que a los hombres. Fue ‘Curra’, ya fallecida, la que más luchó por conseguirlo».

Imagen de la toma de posesión de la promoción de 1982 LP

En aquella promoción fueron diez las mujeres que engrosaron la plantilla de la Policía Local de Benidorm, que por entonces sumaba «unos 70 agentes». Así pues, se pasó de la nula presencia femenina a contar con cerca de un 20% de mujeres en el cuerpo. «Fue una oposición dirigida porque en esa promoción entramos 21 personas y se había estipulado que diez serían mujeres».

Aunque ninguna de ellas forma ya parte de la Policía Local, reconocen que en aquellos primeros años 80 «el ambiente era mucho más familiar. Éramos una plantilla mucho más pequeña y nos conocíamos todos. Había mucho más compañerismo Hoy en día son casi 300. Con tanta gente, eso es casi imposible».

¿Por qué abandonaron la Policía Local y optaron por otros destinos en la administración local? Cada una manejó sus tiempos y sus motivos, pero coinciden en reconoce que «somos mujeres y llega un momento en la vida en la que te casas y tienes hijos y era más cómodo tener un horario fijo. En la policía sabes que eso es imposible. Puedes trabajar de mañana, de tarde o de noche. Para conciliar, es muy complicado. ¿La peligrosidad del trabajo de policía? Eso no lo pensamos nunca. No fue un motivo para tomar esa decisión. Fue, sobre todo, la posibilidad de conciliar la vida laboral y familiar».

Son, y así se ven, pioneras en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. «Por supuesto que nos consideramos pioneras», aseguran. «En aquella época, sólo había mujeres policía en alguna que otra capital. Nosotras salimos más de una vez en prensa y recuerdo perfectamente como, cuando paseábamos por la playa, la gente se apartaba para que pudiéramos pasar… ¡aquello era el claro ejemplo de lo que era el Benidorm de 1982! Era una ciudad muy adelantada».

Un camino, en cualquier caso, que todavía no ha llegado a su meta. Eso sucederá, opinan, «cuando lleguen mujeres a los niveles altos de mando. Seguimos teniendo poca representatividad en la escala de oficiales».

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