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Nicolás Van Looy
l'Alfàs del Pi
Miércoles, 23 de marzo 2022, 14:57
El Ayuntamiento de l'Alfàs del Pi ha emitido un bando a primera hora de la tarde de este miércoles prohibiendo el uso del agua del grifo «en todo el término municipal para beber cocinar y para la higiene personal mientras no cese de llover con el objeto de evitar riesgo alguno para la salud del consumidor».
Como ya ha sucedido en ocasiones anteriores durante episodios de lluvias persistentes o torrenciales, las autoridades alfasinas han tenido que optar por la prohibición del uso del agua potable debido a los altos grados de turbidez con los que la misma llega hasta los hogares. El motivo principal para que se produzca este fenómeno es que las propias aguas del embalse de Guadalest se encuentran muy removidas por los aportes que está recibiendo y, por lo tanto, transportan una importante cantidad de sólidos en suspensión.
En el bando firmado por el alcalde alfasino, Vicente Arques, se explica que «nada más tener conocimiento de esta circunstancia, se ha instado tanto al Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, suministrador del agua al municipio con semejante parámetro de turbidez, como a la empresa concesionaria del servicio público Hidraqua, responsable de su tratamiento, a que implanten las medidas correctoras adecuadas para reducir y eliminar los valores anómalos del parámetro de turbidez».
Se da la circunstancia de que l’Alfàs del Pi dio por finalizada hace justo un mes la construcción de una planta potabilizadora que proyectó cinco años atrás y que, precisamente, debería haber terminado de manera definitiva con este tipo de problemas.
Sin embargo, tal y como explica el portavoz del equipo de gobierno local, Toni Such, a preguntas de LAS PROVINCIAS, «esa planta se diseñó en base a los niveles de turbidez de los últimos diez o doce años, aumentando un poco más la capacidad de filtrado de la planta. Así las cosas, tenemos la planta diseñada para tratar agua que presente un nivel de turbidez de entre el 18% y el 20%».
Sin embargo, tal y como añade Such, el agua que ahora está sirviendo el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa «es chocolate» y está entrando en la planta «con un nivel de turbidez de entre el 50% y el 60%. Con el uso de la planta hemos conseguido rebajarlo hasta el 30%, pero los niveles máximos que Salud Pública estipula como seguros determinan que ese nivel no puede sobrepasar el 6%».
Such afirma que «la planta está funcionando perfectamente y sería capaz de servir el agua en condiciones de uso si los niveles de turbidez fueran normales, pero lo que nos está sirviendo el Consorcio se aleja mucho del nivel normal».
Un problema que, según explica el edil alfasino, podría tener su origen no sólo en el larguísimo episodio de lluvias que está viviendo la comarca estos días, sino en el inicio del mismo ya que «la semana pasada llovió tierra», lo que podría haber aumentado la cantidad de sólidos en suspensión en el agua del pantano de Guadalest.
Toni Such no ha querido avanzar durante cuánto tiempo se podría alargar esta situación ya que «el mayor problema que tenemos ahora es que se anuncian lluvias durante seis días más» y niega que se hayan planteado ya una mejora de la planta potabilizadora alfasina ya que «estos niveles no son normales, así que no nos planteamos esa mejora».
Después de que Altea y l’Alfàs del Pi hayan tenido que prohibir el uso del agua del grifo en sus municipios debido al alto grado de turbidez con la que está llegando el agua desde el pantano de Guadalest, el Ayuntamiento de Benidorm ha emitido un comunicado garantizando la calidad de la misma en su término municipal.
Desde la capital turística destacan que «la política de inversiones para la renovación, mejora, tecnificación y digitalización de la red e instalaciones del sistema de Agua Potable del Ayuntamiento de Benidorm conjuntamente con Hidraqua, la empresa que lo gestiona, ofrece garantías de suministro y calidad del servicio durante todo el año en una infraestructura en la que se han invertido 8,8 millones de euros».
Según los datos facilitados por el Consistorio, las instalaciones benidormenses son «capaces de atender la demanda tanto en invierno como en verano y poder variar el caudal tratado, pudiendo pasar actualmente de tratar desde un caudal mínimo de 208 litros por segundo a los 750 litros por segundo puntuales de forma inmediata y automática».
Tal y como se ha manifestado este miércoles, «entre lo más significativo en la planta de Benidorm es que trabaja con una eficiencia hidráulica superior al 99%» lo que implica que «en el proceso de potabilización se pierde menos de un 1% del agua que llega a la instalación».
Así mismo, y en relación a las incidencias que se están produciendo en municipios vecinos, se afirma que «las mejoras introducidas en el sistema de potabilización del agua en Benidorm consiguen que, en episodios de lluvias torrenciales, los arrastres de tierra que este tipo de precipitaciones conlleva, Benidorm siempre haya sido capaz de garantizar un agua en perfectas condiciones sanitarias, tanto para sus habitantes como para el turismo».
Así mismo, la misma planta que abastece a Benidorm da servicio al «vecino municipio de Finestrat, que se conecta a la ETAP de Benidorm para evitar episodios de turbidez».
Esta decisión llega sólo 24 horas después de que el Ayuntamiento de Altea emitiera un comunicado a través de sus redes sociales por el mismo motivo.
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