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Imagen de una de las muchas terrazas de la zona costera de l'Albir Maurice hinton

Residentes extranjeros en la Marina Baixa se empadronan para poder recibir la vacuna

Las restricciones en Bélgica y Países Bajos provocan que sus ciudadanos permanezcan en la Comunitat en Navidad

Nicolás Van Looy

Benidorm

Jueves, 30 de diciembre 2021, 00:42

De alguna manera, los flujos migratorios de los residentes extranjeros de la Marina Baixa se asemejan a los de las aves que buscan el calor meridional en invierno ... y el frescor septentrional en verano. En ambos casos, las fechas en las que deciden trasladarse de un sitio a otro de manera masiva son muy predecibles.

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Así, es el inicio del verano el que marca casi siempre el momento del regreso al país de origen mientras que el final del estío supone la llegada grupal de la mayor parte de estos residentes a sus segundas residencias, donde permanecerán durante los meses más fríos del año.

La Navidad siempre ha supuesto un paréntesis en ese ir y venir de los extranjeros asentados en la Marina Baixa, pero el cúmulo de circunstancias que se ha venido dando en los últimos años, con el Brexit y, sobre todo, la pandemia, ha provocado que en este año 2021 la 'huida' se haya producido en un número mucho menor que en ocasiones anteriores. Esa misma realidad, además, ha provocado un aumento de las socilitudes de empadronamiento para, así, poder recibir la vacuna.

Así lo confirman tanto Jessica Gommans como Martine Mertens, concejalas de residentes de otras nacionalidades de La Nucía y l'Alfàs del Pi, respectivamente; dos de los municipios en cuyos censos los nacidos más allá de las fronteras españolas tienen un peso específico más elevado. Ambas coinciden en que «hay algunas nacionalidades, como los belgas y los neerlandeses, que este año han optado por quedarse a pasar la Navidad aquí en un número mucho mayor que en el pasado debido a las restricciones que se han impuesto en sus países de origen».

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Unas medidas que, en el caso de Países Bajos, incluyen un confinamiento «duro» a las que hay que sumar las restricciones a la movilidad ya impuestas –con obligatoriedad de pruebas PCR para los viajeros provenientes de ciertos países– la incertidumbre existente respecto a cancelaciones de vuelos y, con ellos, la imposibilidad de regresar al plácido invierno mediterráneo.

Los nacionales de Bélgica y Países Bajos son los que, en líneas generales, han optado por permanecer en España en un número mayor, pero no los únicos. Así, la imagen general es la de «una Navidad más española que nunca» para muchos de esos vecinos temporales de los municipios costeros de la Costa Blanca. Algo a lo que ayuda, según confirman las dos ediles y algunos representantes de colectivos internacionales, que la inmensa mayoría «se siente más seguro en España que en sus propios países porque tienen la percepción de que la situación se está manejando mejor aquí y está más controlada».

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Una comunidad extraordinariamente internacional

La Marina Baixa siempre ha hecho gala de su carácter internacional, algo que las cifras oficiales de los censos no hacen más que confirmar. Los cinco municipios más poblados de la comarca ( Benidorm , La Vila Joiosa , Altea , l'Alfàs del Pi y La Nucía ) suman un total de 164.769 habitantes de los que 50.572, el 34%, es de origen extranjero.

En este sentido, es l'Alfàs del Pi el epítome de la multiculturalidad comarcal ya que es allí donde los residentes extranjeros alcanzan un porcentaje mayor del censo, siendo el 52% del mismo, un guarismo al que se acerca, de lejos, Finestrat , donde suponen el 41%.

Todo ello, además de una fuente de riqueza y motivo principal de la desestacionalización turística, supone también un reto enorme para los Ayuntamientos, que deben ofrecer servicios a una población muy superior a la que reflejan las cifras oficiales ya que son muchos los europeos que, con la intención de evitar la doble fiscalidad sobre sus pensiones, no se empadronan y, por lo tanto, no suman en el recuento por el que las administraciones supramunicipales hacen el reparto de recursos.

Gommans matiza, eso sí, que «existen muchas casuísticas particulares y, aunque es verdad que la mayor parte de nuestros residentes son de edad avanzada, y son ellos los que se están quedando; hay otra parte, la de las familias con hijos pequeños, que sí están optando por mantener sus planes de viaje para visitar a sus seres queridos en sus países de origen».

En cualquier caso, la pirámide poblacional muestra que, como afirmaba la edil nuciera, la inmensa mayoría de los residentes extranjeros de la Marina Baixa son jubilados que pasan en la comarca la mayor parte del año. Esto, tal y como subraya Martine Mertens, ha provocado un interesado aumento del número de personas que solicitan el empadronamiento en sus municipios.

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El motivo, en realidad, es muy sencillo y omnipresente: la pandemia. Tal y como explica la concejala alfasina, «hemos notado que son muchos los residentes que acuden al Ayuntamiento a pedir información sobre los trámites de empadronamiento porque quieren tener acceso a la tercera dosis de la vacuna y, por lo tanto, sacarse la tarjeta SIP temporal».

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