Un grupo de turistas llega al hotel Dénia Marriott La Sella durante el viernes. Tino Calvo

Vacaciones en la Comunitat Valenciana: playas sin control de aforo y hoteles a pleno rendimiento

El factor meteorológico será clave para animar las reservas de última hora que permitirían colgar el cartel de lleno en algunos destinos

Nicolás Van Looy

Benidorm

Viernes, 8 de abril 2022

El sector turístico de la Comunitat Valenciana no se ha conformado con un objetivo modesto en este primer gran periodo vacacional pospandémico, sino que ha tomado como referencia las cifras de 2019, que resultaron las mejores de la serie histórica, para poner el ... listón que se quiere superar en los próximos días.

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Las previsiones son muy halagüeñas y sólo la inestabilidad meteorológica, de la que depende en gran medida el comportamiento de las reservas de última hora, generan cierta inquietud en una industria que espera a los visitantes con los brazos abiertos y, sobre todo, con la promesa de haber dejado atrás –se confía que de forma definitiva– los controles de acceso y la parcelación en todos los arenales del litoral valenciano.

En Benidorm, la gran locomotora de la primera fuente de riqueza de la región, el desembarco de turistas ya ha comenzado, aunque se espera que la avalancha más fuerte se produzca a lo largo de este fin de semana y, sobre todo, a partir del miércoles.

Rally aperturista

Allí, el sprint aperturista de establecimientos ha culminado y ya está activa la práctica totalidad de su oferta hotelera –a excepción de aquellos que se encuentran en proceso de reformas–, lo que convierte en todavía más esperanzadores los avances que pronostican una ocupación del 80% que, como se destaca desde la patronal hotelera Hosbec, podría dispararse muy por encima de ese guarismo gracias a las reservas de última hora si el tiempo finalmente acompaña.

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De hecho, la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes, vaticina que «algunos hoteles podrían alcanzar el lleno» a lo largo de la Semana Santa, a la que calificó como la primera «gran cita para el turismo valenciano» desde que el mundo se cerrara en aquel ya lejano mes de marzo de 2020.

Una ocupación que, a falta de computar ese 'last minute' no parece que vaya a superar el 70% en el resto de la Costa Blanca según los datos ofrecidos por los propios hoteleros.

Las calles de Benidorm ya reflejaban la llegada de visitantes este viernes N. Van Looy

Un poco más al norte, en Gandia, ya están abiertos y a pleno rendimiento sus 20 hoteles están. Este fin de semana la ocupación rondará el 70% en los locales de la playa, como ha apuntado el presidente de la Asociación de Hoteleros de la Safor, Luis Rodríguez de Rivera, quien ha señalado que para los próximos días se confía en llenar los establecimientos.

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En concreto se espera, entre Jueves y Sábado Santo una ocupación del 95%, aunque todo está «condicionado» a la evolución del tiempo. «Este año Semana Santa cae en abril y eso para el sector es muy bueno, mucho mejor que cuando cae en marzo», ha precisado.

La tendencia de esperar hasta el último momento para decidir una escapada se ha venido asentando entre los turistas, especialmente los nacionales, desde hace algunos años y se ha disparado con la pandemia. En esta ocasión, sin embargo, son las inestables y cambiantes predicciones meteorológicas las que parecen estar conteniendo el 'click' final en las webs de reservas.

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El peso de los visitantes nacionales volverá a ser mayoritario en toda la región. Así, España será el emisor del 65% de los visitantes que lleguen a la Costa Blanca; el 53% de València y el 94% de Castellón. Pese a esos datos, desde Hosbec se recalca que la normalización del mercado internacional es ya más que palpable y que es ese aporte «el que permite recuperar los niveles de actividad» previos a la pandemia.

Buenas perspectivas en el interior

Abril es una de las mensualidades más propicias para el turismo en Alcoi, uno de los grandes referentes turísticos del interior valenciano, debido a la celebración de sus fiestas de Moros y Cristianos, que constituyen, por sí mismas, un enorme reclamo para la ciudad.

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Los actos se celebrarán este año en sus fechas tradicionales, es decir, del 21 al 24 de abril, con los dos últimos días coincidiendo en fin de semana.

El turismo nacional será mayoritario en Semana Santa Tino Calvo

Desde la Asociación Turismo Alicante Interior hablan de un porcentaje de reservas cercano al 95% para los primeros días de fiestas tanto en alojamientos rurales como en los establecimientos hoteleros del núcleo urbano.

Sin embargo, el porcentaje baja hasta el 50 % para el domingo 24, una tendencia a la baja que, según el vicepresidente de la asociación, Ramón Reche, «es la tónica general de los últimos años». En cualquier caso, como ocurre en la costa, los empresarios turísticos del interior también esperan que las reservas de última hora permitan alcanzar la plena ocupación en algunos días.

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Normalidad aérea

El principal aeródromo valenciano, el aeropuerto Miguel Hernández de Alicante-Elche, también confirma las excelentes previsiones del resto de los actores del sector. Durante la Semana Santa pasarán por su terminal cerca de 250.000 viajeros gracias a las casi 1.400 operaciones previstas, lo que supone recuperar una operatividad del 90% respecto al mismo periodo de 2019, el último ejercicio previo a la pandemia.

Pese a todos estos buenos datos, la actual coyuntura económica no permite que la felicidad del sector sea completa. Así, Luis Rodríguez de Rivera ha lamentado que los locales están teniendo que hacer frente «al incremento de costes», tanto de luz como de alimentos, algo que está dejando menos rentabilidad.

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«Vamos a pagar este mes de abril un 300% más de luz que en 2019, por ejemplo, pero también suben los alimentos que se utilizan. Pese a esto, subir los precios de las estancias no es una opción para un sector que ha sufrido tanto durante estos años», ha agregado.

Las playas no tendrán control de acceso N. Van Looy

En ese sentido, el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, apuesta por quitar protagonismo a ese objetivo de alcanzar o superar las cifras de ocupación de 2019 y centrar todos los esfuerzos en conseguir la «rentabilidad, la desestacionalización, la diversidad de productos y avanzar hacia un 'target' con más poder adquisitivo y más aprecio por la innovación que vamos generando gracias al sector».

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En cualquier caso, Colomer reconoce que la expectativa del sector de cara a esta Semana Santa es «razonablemente dinámica». Con todas las cautelas, porque en el turismo rige el corto plazo y las reservas de última hora, afirma que «los empresarios están ilusionados con lo que va significar una primera prueba de fuego después de mucho tiempo de estar sufriendo».

En ese sentido, Colomer ha puesto de relieve que hay una potente demanda de gente que quiere salir, viajar y desconectar. No obstante, ha incidido en que hay que ver el conjunto del año. Según ha señalado, no vale contar cabezas puntualmente, sino que hay que buscar aproximarse a las medias que remitan a un sector «estable, sostenible en el tiempo, desestacionalizado y que cultiva la diversidad de productos más allá de la climatología».

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En esa visión hacia el medio plazo, Colomer ha avanzado que el verano, si no hay contratiempos, va a ser «positivo».

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