El puente del Pilar supera todas las expectativas turísticas en Benidorm

A falta de conocer los datos definitivos, el puente del Pilar se está comportando «como una pequeña Semana Santa» en la comarca de la Marina Baixa. Así lo define Pablo González, presidente de la asociación hostelera Cobreca, cuyo optimismo es ampliamente compartido por otros actores del sector como los hoteleros asociados a Hosbec o los empresarios de apartamentos turísticos englobados en Aptur.

Nuria Montes, secretaria general de Hobsec, destaca que «los primeros datos apuntan a que el puente del Pilar está superando las expectativas generadas y que los índices de ocupación están siendo, en términos generales, un 5% superiores a los previstos». Esto, en el caso de Benidorm, supondría que los hoteles estarían trabajando a cerca del 90% de su capacidad.

No muy distintas son las primeras valoraciones que emanan de Aptur, que también apuntan a un importante incremento de la ocupación respecto a las previsiones presentadas la pasada semana.

Antes del arranque del puente, los apartamentos esperaban trabajar en torno al 70% de su capacidad llegando a picos del 90% en las zonas más cercanas a la costa, pero su presidente, Miguel Ángel Sotillos, se mostró satisfecho y optimista ante las primeras estimaciones de un puente en el que «estamos viendo bastantes reservas de última hora que nos han ayudado a que las cifras finales, como sucede en el caso de los hoteles, vayan a ser superiores a lo previsto».

Como ya viene siendo norma desde que el turismo comenzara a transitar la senda de la recuperación postpandémica, el visitante nacional ha sido el gran artífice de los buenos datos que, al menos de manera provisional, están generando estos días festivos.

Nuria Montes explica que contrariamente a lo que sucedía antes del estallido de la crisis sanitaria, «los españoles han preferido apostar por el destino nacional en detrimento de otras escapadas típicas de estas fechas como eran las capitales europeas», algo a lo que, reconoce, ha ayudado el buen tiempo que finalmente ha imperado en la región.

Así mismo, desde Hosbec consideran que el fin de las restricciones también ha supuesto un importantísimo revulsivo para el turismo de la Costa Blanca –con Benidorm, como siempre, como locomotora– y la Comunitat Valenciana. «La llegada de la nueva normalidad ha despertado la ilusión del turista por volver a disfrutar de los destinos turísticos», certifica Montes.

Un punto de vista que, aunque compartido, es matizado por los hosteleros. En su caso, tal y como explica el presidente de Cobreca, «no hemos visto mucha diferencia en cuanto a lo que hemos observado durante todo el verano».

Pablo González reconoce que la caída definitiva de las restricciones ha sido positiva, pero no considera que ese haya sido un factor determinante en el buen comportamiento del sector, aunque aplaude el hecho de que, mientras el verano, «aún habiendo sido bueno, fue algo inferior al de 2019; el puente del Pilar está siendo mucho mejor que el de hace dos años».

Todos estos datos, que deberán ser confirmados con las estadísticas definitivas tras el festivo del 12 de octubre, han insuflado un nuevo balón de oxígeno y optimismo a la industria como demuestra la sensación generalizada de que el mes de octubre se podrá salvar con unas cifras de negocio iguales o, incluso, superiores a las de 2019.

Para ello, como apunta Montes, está siendo fundamental la paulatina recuperación del turismo internacional y, en concreto, el británico. La secretaria general de Hosbec confirma que la tendencia al alza en la llegada de visitantes extranjeros se mantiene y que, actualmente «ya suponen un 30% de cuota de mercado, algo que es una gran noticia si tenemos en cuenta el punto de partida» en el que estaban las cosas hace pocas semanas.

Así, Hosbec, que hace algo más de una semana apuntaba al cierre de cerca del 30% de su planta hotelera en los meses invernales, se muestra ahora algo más optimista. Aunque «seguimos muy pendientes de la reactivación británica y la confirmación del Imserso» (que no quieren dar por segura hasta que llegue el primer beneficiario del programa), la sensación actual es que esos cierres no se producirán en un número tan elevado.

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