El sector turístico alerta ahora del riesgo de no poder atender reservas ya cerradas si prosigue la huelga de transportes

La recuperación turística de Benidorm y del resto de la Costa Blanca ha dejado ya definitivamente de ser un espejismo y los datos, tanto de ocupación como de tráfico aéreo, confirman que el sector se encamina, a expensas ahora de lo que pueda suceder en el futuro a corto y medio plazo con la guerra de Ucrania, a una temporada alta con cifras muy similares a las previas a la pandemia.

En Benidorm, motor comarcal, provincial y autonómico del turismo, durante la pasada semana se alcanzó una ocupación media durante la pasada semana del 65,9%, sólo una décima porcentual más que en los siete días anteriores, pero preámbulo de lo que, según las previsiones que maneja la patronal hotelera Hosbec, será una semana de crecimiento espectacular con motivo de la celebración de las fallas y el día del padre.

Para la presente semana, la capital turística espera superar, por vez primera en lo que va de año, el umbral del 70% de camas ocupadas, con una cifra final que se situará, si se cumplen las expectativas, en el 72%.

La mejor noticia respecto a los datos ya consolidados es que el mercado internacional, con el británico actuando como cabeza motriz, sigue recuperándose y representa ya más de la mitad de las pernoctaciones de la ciudad. Los británicos representan ahora el 40% de los visitantes de la ciudad, una cifra ya muy cercana a la del mismo periodo del año en los ejercicios previos a la irrupción de la Covid.

Y todo ello, mientras se mantiene la tendencia de aumento de reaperturas de establecimientos hoteleros, con seis nuevos hoteles operando, lo que ha elevado el número total en Benidorm a 77, lo que supone rozar ya el 70% de la capacidad total de la capital turística.

Esos datos de ocupación hotelera se refrendan también con una clarísima recuperación el tráfico aéreo en el aeropuerto Miguel Hernández de Alicante-Elche, principal puerta de entrada para la mayor parte del turismo que recala en la Costa Blanca.

Así, según la memoria hecha pública por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), el aeródromo alicantino superó en el mes de febrero el medio millón de pasajeros con una cifra total de 583.513, lo que supone un aumento del 1.448% respecto al mismo mes de 2021 y, sobre todo, sólo un 25% menos que en 2019, último año de normalidad previo a la pandemia.

En este sentido, cabe destacar que, si bien se siguen perdiendo asientos respecto a esa última campaña prepandémica, la tendencia es claramente al alza ya que sólo un mes antes, en enero, el aeropuerto Miguel Hernández contabilizó 110.000 pasajeros menos que en febrero lo que, en términos comparativos con 2019, supuso un 40% de viajeros menos.

Se trata, en cualquier caso, de unos datos de crecimiento muy similares a los que registra el otro gran aeropuerto: el de Manises. Allí, el mes de febrero se cerró con 391.472 pasajeros, un 25% menos que en 2019, un panorama igual de optimista que el de su vecino alicantino ya que, en el mes de enero el diferencial entre los dos ejercicios arrojaba una pérdida del 38% en dos años.

Con todos estos datos sobre la mesa, el presidente de Hosbec, Toni Mayor, destaca que «se confirma que el proceso bélico no registra cancelaciones y que el turismo es la mejor vacuna que encuentran nuestros clientes frente a la guerra inexplicable».

Mayor puso también el acento en el hecho de que «en la provincia de Alicante los turistas extranjeros representan el 50% del total, en Valencia esta cuota se aproxima al 40% y en Castellón supera el 26%. Estas cifras de turismo internacional no se veían desde hace dos años y representan un importante pilar de recuperación para el sector».

Sin embargo, los efectos colaterales de la guerra en Ucrania siguen preocupando de forma especial a los empresarios turísticos de la región. Así, el presidente de Hosbec afirmaba que «el sector se encuentra con los efectos que la huelga de transporte está teniendo en los hoteles y empresas turísticas que están aprovechando para la reforma integral de sus instalaciones ya que muchos de ellos están viendo cómo se retrasa la entrega de material necesario para continuar la obra y se está comprometiendo la fecha de finalización y apertura, pudiendo afectar a reservas que los turistas ya han realizado».

Por ello, Mayor ha reclamado al Gobierno que «las medidas que tenga que tomar para aliviar al transporte de los incrementos desmesurados del precio del combustible lo haga con urgencia y con celeridad. Es una necesidad porque los hoteles en obras, además de que son unos valientes por acometer semejantes inversiones en estos momentos, necesitan cumplir con sus contratos y poder aperturas sus instalaciones en las fechas previstas».

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