La Vila recupera una singular joya de la arquitectura modernista del finales del siglo XIX

Los trabajos se iniciaron después de que una primera intervención permitiera, tras retirar un buen número de capas de pintura, exponer los morteros originales decorados con motivos modernistas del inmueble y que datan de finales del siglo XIX.

Esa circunstancia derivó en una inspección técnica más profunda para estudiar la presencia de elementos de interés a conservar.

Esos estudios propiciaron a los investigadores una agradable sorpresa al poder determinar los colores originales de los morteros a la cal para su reproducción, así como una decoración vegetal de inspiración modernista.

A falta de buenas canteras de piedra en la Marina Baixa, las casas antiguas de La Vila sólo utilizaban piedra en los arcos y puertas de las viviendas más pudientes. Para cubrir esas fachadas irregulares se utilizaron durante siglos los yesos de Orxeta y morteros a la cal blancos o coloreados con pigmentos, que dieron a La Vila sus famosas casas de colores.

Para que ese legado histórico no se pierda por completo, el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de La Vila marca la obligación de recuperar aquellos morteros coloreados antiguos, previa comprobación y documentación por el Servicio Municipal de Patrimonio Histórico.

Lo raro de este caso es que una fachada se decorara con dos colores diferentes para darle más vistosidad. Y lo excepcional es que, además, los morteros estuviesen decorados.

La exhaustiva documentación del Servicio Municipal de Patrimonio Histórico permitió comprobar que en este inmueble se habían utilizado tres plantillas combinadas de formas diferentes para producir una decoración del gusto modernista, de tipo vegetal, hacia el cambio del siglo del XIX al XX.