r. gonzález
Martes, 30 de agosto 2016, 11:33
Cada día son más los apoyos que lescaldà de Jesús Pobre recibe en su camino para tratar de convertirse en BIC Inmaterial valenciano. La fiesta que cada año celebran el último domingo de agosto para rememorar esta tradición contó en esta última edición con dos miembros del Consell Valencià de Cultura (CVC), Gloria Marcos y Pepa Frau, que no sólo disfrutaron de cómo se escaldaba junto al riurau del Senyoret la uva moscatel procedente de la zona, sino que también participaron activamente en el proceso.
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Las dos integrantes del CVC se mostraron encantadas de haber tomado parte en esa escaldà. Como declaró Marcos, «estas tradiciones son para disfrutarlas, para verlas y, como hemos hecho, para intervenir en ellas». Además, subrayó que el Consell Valencià de Cultura «haría mal» si no hace un informe pidiendo su declaración de BIC Inmaterial.
Por ello, Gloria Marcos aseguró que van a impulsarlo y que pondrán todo de su parte que se logre el objetivo. Según recordó, el informe técnico del CVC es preceptivo para obtener esa denominación, pero que primero se lo tiene que solicitar la Conselleria de Cultura.
Tanto ella como Pepa Frau apuntaron que van a hacer todo lo que esté en su mano para convencer al resto de integrantes y tratar de acelerar al máximo el informe. De esa manera, en cuanto se lo requiera la conselleria, podrán entregarlo con más rapidez.
Asimismo, Frau incidió en que van a poner corazón y conocimiento para que el documento técnico sea «irrebatible». Según comentó, participar en esa fiesta de lescaldà de Jesús Pobre le había hecho retornar a su infancia. Emocionada relató que era de Benissa y que de pequeña había visto a su abuelo escaldar la uva.
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En su opinión, además ser una tradición muy arraigada, creaba «vínculos de unión y solidaridad», ya que cuando su familia preparaba la pasa, los vecinos acudían desde bien temprano para ayudar y luego eran ellos los que colaboraban con los vecinos.
También estuvo presente en Jesús Pobre Joan Baldoví, diputado de Compromís en el Congreso. Baldoví hizo hincapié en que estas tradiciones forman parte de la cultura popular valenciana y son «las que nos diferencias del mundo». Por ello, añadió, el CVC y todas las instituciones «deben volcarse con lo que nos hace únicos y peculiares» y convertir lescaldà en una «seña de identidad».
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Por su parte, el alcalde de la Eatim de Jesús Pobre, Javier Scotto, acompañó a tan ilustres invitados en un recorrido en el que, además de participar todos en el proceso de escaldar, le explicó el procedimiento, cómo se sumerge la uva unos segundos dentro de la caldera con agua, sosa cáustica y diversas hierbas, para cortarle la piel y que luego, al ponerla al sol se acelere el secado hasta los seis días.
Y aprovechó para comentarles que aunque la tradición de escaldar tenga tres siglos, cerca de allí, en la Punta de Benimaquía, está el yacimiento romano de vino más antiguo de España, con 2.000 años de historia. Luego se acercaron a ver los talleres de canyissos y llata.
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Junto a ellos estuvieron el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, varios miembros de su corporación y el munícipe de Xaló. Grimalt agradeció la presencia de Marcos y Frau para apoyar este proyecto.
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