El alcalde de Benitatxell arremete contra el anterior equipo de gobierno por la «difícil situación heredada»

El alcalde del Poble Nou de Benitatxel, Miguel Ángel García, junto al resto de miembros del equipo de su gobierno, han comparecido en rueda de prensa para hacer balance de su gestión no sólo de este año de pandemia, sino de legislatura y de lo que calificaba como «difícil situación heredada» del gobierno de Josep Remenia, que, en el ámbito del funcionamiento del propio consistorio definía de «dejadez» y «oscurantismo».

Al respecto, García ha enumerado todos los déficit que encontraron al llegar al gobierno como la ausencia de leyes de contratación y de protección de datos; problemas de tráfico y movilidad, así como urbanísticos; carencias de infraestructuras o una red de agua potable en la que no se invertía en años, además de las trabas administrativas que se les puso «por intereses partidistas y lejos de la profesionalidad que se exige», sin olvidar los convenios firmados horas antes de la moción de censura «de dudosa legalidad».

«A todo ello le sumamos la Covid», subrayaba e indicaba que para el consistorio ha supuesto 400.000 euros menos de ingresos con respecto a 2019.

«No ha sido fácil el inicio porque la herencia no ha sido buena, pero seguiremos dejándonos la piel», subrayaba el primer edil.

Miguel Ángel García hablaba de «resilencia» como palabra que definía al actual equipo de gobierno. «Hemos tenido muchas dificultades y obstáculos, pero hemos sabido ir adaptándonos», hacía hincapié.

Sobre la gestión realizada, apuntaba un dato: 3,6 millones de euros, la cantidad que «a día de hoy» tiene concedidos el consistorio de Benitatxell en subvenciones de diferentes administraciones y entre todos los asuntos en los que trabajarán el próximo año uno de los prioritarios será «asegurar el agua de calidad para siempre» a los vecinos, así como su gestión pública, además de la renovación de toda la instalación hidráulica obsoleta.