El Consell no sabe quién vigilará el acceso a la Cova Tallada a 10 días de iniciar las restricciones

Este verano se espera que no se repitan escenas de colapso en la Cova Tallada, uno de los puntos naturales de la costa de la comarca más transitados por turistas y vecinos de la comarca durante los meses de verano. El próximo 15 de junio se activa la limitación de visitas a este enclave, tan solo podrán hacerlo 370 personas por día, aunque a falta de diez días, todavía no se sabe cual será el sistema de control a utilizar.

Desde los Ayuntamientos de Xàbia y Dénia, y la dirección del parque natural del Montgó reconocen que todavía no se ha celebrado una reunión para trazar la estrategia a seguir pese a que desde la Generalitat ya se ha ratificado que los controles de acceso arrancarán a partir de la segunda quincena de este mes.

Además determinan que las competencias se repartirán entre los agentes con competencias en medio ambiente, las fuerzas de policía local de Dénia y Xàbia, y los cuerpos de seguridad del Estado. De hecho, la conselleria de Medio Ambiente ya reconoció que sus recursos eran limitados y que los ayuntamientos de Dénia y Xàbia debería asumir parte de las tareas. Una situación que ha suscitado dudas en los dos municipios costeros, porque desconocen el porcentaje de responsabilidad de cada una de las partes: «tendremos que sentarnos para que nos expliquen cual será la línea de trabajo a seguir y quién deberá encargarse», apuntan desde ambos ejecutivos.

De hecho el alcalde dianense, Vicent Grimalt reconoció ayer que esta semana se reunirán con la dirección del parque natural del Montgó para tratar el tema. El propio director, Joseba Rodríguez, reconoció ayer que todavía no está definido quién será el responsable de la vigilancia, «hay una reunión pendiente», dijo.

Aunque todavía no están definidos los responsables para desempeñar la vigilancia, lo que ya está claro es que los que quieran acceder a este enclave, deberán hacerlo con cita previa solo servirá para el día y el horario indicado. Además, de las 430 personas por día que podrán acceder a la Cova Tallada, solo podrán hacerlo por tierra 370 en franjas horarias de hora y media desde las 9 de la mañana hasta las 20.30 horas. El resto pueden llegar hasta este punto del litoral por el agua con un kayak.

Con estas restricciones, la Generalitat tiene el objetivo reducir el número de visitas y aglomeraciones, «en ocasiones la Cova Tallada ha llegado a albergar hasta 400 personas a la vez, es algo insostenible», reconoce Joan Sala, portavoz de Acció Ecologista Agró.

Con la disminución de personas, se favorece, además, el ecosistema de la zona. Según Sala, en los últimos años se ha visto afectado este espacio natural, «primero por la cantidad de suciedad que dejaba la gente, incluso se han hecho pintadas en las paredes de la cueva que son muy difíciles y caras de limpiar posteriormente».

En cuanto a los organismos vivos, uno de los más perjudicados ha sido el vermétido, un molusco gasterópodos de pequeño tamaño y esperial irregular, «su presencia se ha reducido de forma drástica, especialmente por el enorme tránsito de pequeñas embarcaciones, las gran cantidad de basura que dejan en la zona e incluso las ingentes cantidades de aceite procedente de las cremas y protectores solares que desprenden los bañistas».

Por todo ello, Sala espera que los responsables de vigilar la zona «tengan la autoridad suficiente para prohibir a la gente su paso y que éstos hagan caso de las indicaciones».