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Tamara Salort y Ferran Monzó, pareja dianense que ha tenido que cambiar la fecha de su boda por la crisis sanitaria. JOSÉ IGLESIAS
«Crees que es el fin del mundo pero te das cuenta de que hay cosas más importantes»

«Crees que es el fin del mundo pero te das cuenta de que hay cosas más importantes»

El Covid-19 ha dado al traste con muchos planes como la boda Tamara y Ferran, quienes han tenido que posponer la fecha para «estar todos y poder abrazarlos»

B. Ortolà

Dénia

Miércoles, 15 de abril 2020, 18:25

El confinamiento por la pandemia ha obligado a algunas parejas a aplazar el día más importante de sus vidas, el de su boda. Un momento mágico que llevan meses planeando hasta el más mínimo detalle pero la contundente irrupción del Covid-19 a nivel mundial ha echado abajo toda la organización.

Es el caso de Tamara Salort, profesora del colegio Paidos, y Ferran Monzó, jugador del CD Dénia, quienes tenían previsto celebrar su enlace el pasado 22 de marzo en Dénia. El día escogido no era una fecha elegida al azar, además de ser el cumpleaños de la novia, «ese mismo día hace dos años, Ferran me pidió matrimonio», revela la joven profesora de la ESO.

Según explica Tamara, iba a ser una ceremonia íntima con 75 invitados en el Hotel Les Rotes de Dénia. Preocupados por la situación, el 14 de marzo la pareja fue al hotel para saber si podían seguir adelante y allí les confirmaron que solamente prestaban servicio a la gente que ya estuviese allí alojada, «por lo que era imposible celebrar la boda«. Aunque ya se habían hecho un poco a la idea, en ese momento, reconoce Salort, «se nos vino el mundo encima. Al principio te ofuscas y crees que es el fin del mundo, pero al final te das cuenta de que hay cosas más importantes, como la salud».

La joven profesora reconoce que la cancelación fue lo más sensato: «Nos daba miedo que hubiese gente que no pudiese venir, había invitados que venían de Madrid, y yo tengo una amiga que está en Suiza que me hacía mucha ilusión que estuviese pero con el estado de alarma era imposible». Es mas, «queríamos que estuviesen todos y poder abrazarlos, en especial, mis abuelos (Tere y Rafa ) y la abuela de Ferran (Benita). Nos daba un poco de miedo porque es gente mayor, y no sabes si les podrás abrazar».

Al final el hotel les dio la opción de cambiar la fecha al 4 de julio y ya se han hecho a la idea, «nos dijeron que era de lo poco libre que les quedaba, la cogimos. Creo que vamos a disfrutar mucho más en verano cuando haya pasado todo». Tuvieron suerte, pues fotógrafo, florista, músicos, «todos se han adaptado a la nueva fecha. Saben que ha sido algo extraordinario y todos han puesto de su parte». Tampoco han tenido problemas con el viaje de novios, «nos han reembolsado parte del dinero, y en algunos vuelos nos han ofrecido bonos canjeables».

Pese a que ya hay nueva fecha fijada y todo «ha salido bien», la duda sigue planeando sobre la pareja, «no sabemos si se va a alargar más el estado de alarma, ya veremos lo que pasa».

Alba Peretó y Víctor Sendra, una pareja de Pego que tenía planeado casarse el próximo 23 de mayo, no han tenido tanta suerte con algunos de los detalles del enlace. Explican que al tener que trasladar el evento al 25 de julio, tan solo han conseguido mantener el emplazamiento, el catering y la florista. No podrán contar, por ejemplo, con el fotógrafo que habían contratado, «ya tiene otro evento para esa fecha». Aún así, apuntan, «nos ofreció los servicios de un compañero que estaba disponible. Nos dijo que con la misma fianza nos apañábamos. Es curioso que llevamos un año organizando, escogiendo por ejemplo fotógrafo de entre varios y al final, terminaremos con uno que ni conocíamos».

El vestuario tampoco se adapta al 100% a la nueva fecha, «no es lo mismo el tiempo de mayo que el de julio, mucha gente ya tenía el traje comprado, pero habrá que adaptarse. Hemos tenido que cambiar la hora de la ceremonia, era de día y ahora será de noche«.

A pesar de los contratiempos, piensan que la decisión «está bien tomada. Creemos que se nos quedaba muy justo para planificar, solo nos queda un mes para acabar de planificar todo». Además, al vivir en Madrid, la pareja había invitado a amigos de la capital, algunos han perdido a familiares y creo que ahora no sea el momento para hacer la fiesta«, matizan.

Más de una decena de enlaces se aplazan por el estado de alarma

Más de una decena de parejas de la Marina Alta se han visto obligadas a aplazar su boda y posponer el momento del «sí quiero» a dentro de unos meses por culpa del estado de alarma. Con las iglesias cerradas y también los salones de banquetes les toca esperar hasta que mejore la situación.

En Dénia, hasta junio había cuatro enlaces previstos en la parroquia de San Antonio. Dos se retrasan a octubre, uno se celebra en agosto y el otro aún no tiene fecha fijada. Y también ocurre lo mismo con varios de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

La parroquia de la Virgen de Loreto de Xàbia iba a albergar tres ceremonias, que ya tienen un nuevo día. Y en la iglesia de San Bartolomé, una boda programada este mes se ha aplazado sin fecha y otra de mayo se hará en octubre. Esta situación se repite en otros puntos de la comarca, como Pego.

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