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B. O.
Sábado, 17 de agosto 2019
Cerca de 400 personas vivieron la noche del viernes una experiencia que no olvidarán «en la vida». El ferry en el que viajaban desde Ibiza hasta Dénia encalló cuando se disponía a entrar en el puerto de la capital de la Marina Alta. El suceso tuvo lugar alrededor de las 23.30 horas. El fast ferry 'Pinar del Río' se arrimó demasiado a la escollera del puerto, donde se sitúa el pequeño faro verde que da vía libre a las embarcaciones. «Fueron unos segundos y notamos como cuando pasas con el coche unos cuantos baches», explicaban ayer algunos de los pasajeros que fueron evacuados. Nada más producirse el incidente, se puso en marcha un dispositivo para llevar a tierra firme a todo el mundo. «Al principio pasamos miedo, porque vimos que el personal de la tripulación se ponía los chalecos salvavidas y nos pedían que hiciésemos lo mismo, pero nadie nos sabía explicar qué había pasado y qué íbamos a hacer», comentó ayer una pareja de ingleses que viajaba con su hija de no más de 10 años.
La evacuación fue por mar. La acción estuvo coordinada por Salvamento Marítimo y la Capitanía Marítima. Además estuvieron colaborando miembros de la Guardia Civil, de la Policía Local y Nacional de Dénia y miembros del DAVA. Poco después de conocer el incidente, el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, se personó a la estación marítima para conocer la situación y el estado de los pasajeros. «Me han dicho que no ha habido ningún herido, todos están bien, sólo ha sido un buen susto», comentó.
Un barco de Salvamento Marítimo fue el encargado de trasladar a los pasajeros. Lo hizo de forma escalonada. «Nos llevaban de 30 en 30, aún no entiendo que no utilizasen más embarcaciones para ir más rápido, hubo gente que estuvo tres horas esperando para ser trasladada», explicó una pareja de Onil que viajaba con su bebé. Ambos se mostraron molestos porque no habían podido recuperar la sillita del bebé que tenían en el coche. Su vehículo y otros 69 se quedaron a bordo del ferry durante toda la noche: «Nos pidieron que les dejásemos las llaves para que el personal del barco pudiese recoger nuestras pertenencias, pero a nosotros no nos han traído lo que más necesitamos, la sillita». A lo largo de la mañana de ayer, ninguno de los pasajeros sabía cuándo iban a disponer de sus vehículos: «Han cogido nuestros datos y nos han dicho que ya nos avisarán». Baleària habilitó dos autobuses, uno con destino a Valencia y otro a Alicante, con paradas ambos en distintas poblaciones. Aunque muchos tuvieron que quedarse a pasar la noche en la estación. «No había una habitación libre en Dénia ni en otros municipios de los alrededores, hemos tenido que dormir en los asientes o en el suelo», apuntó Jose Ignacio, un vecino de Palma. Según indicó, «no se cuándo podré tener el coche. Les dije que me hacía falta uno para desplazarme hoy, me han facilitado uno de alquiler, pero tendré que volver para recoger el mío, y todavía no nos han dicho cuánto puede tardar».
Desde la naviera explicaron que una empresa de servicios subacuáticos estuvo evaluando los daños registrados en el casco de estribor «para poder elaborar el plan de reflotamiento del barco y trasladarlo a puerto, donde se podrá proceder al desembarque de los vehículos que permanecen en su interior», aunque no hablaron de plazos. «Esperamos que sea lo más rápido posible», se limitaron a señalar. Esta madrugada, los coches aún no habían podido ser descargados porque la nave permanecía encallada en el mismo sitio que en la madrugada anterior. Los trabajos de evaluación de los daños continuarán durante la jornada de hoy. Salvamento Marítimo también desplegó a primera hora de la mañana una barrera anticontaminación de forma preventiva, aunque, según indicaron, no se produjo ningún vertido de combustible.
Los pasajeros que viajaban a bordo del ferry no fueron los únicos que sufrieron los inconvenientes del incidente. A primera hora de la mañana decenas de personas se agolpaban sobre los mostradores de la estación marítima. Se trataba de la gente que debía viajar hasta Ibiza con el mismo ferry. Muchos de ellos desconocía cuándo iban a emprender el viaje: quienes tenían que salir a las 15 horas, por ejemplo, lo hicieron en torno a las 18 horas. La naviera reubicó a todos los clientes que tenían que viajar ayer y hoy en cuatro barcos: Cecilia Payne, Ramón Llull, Hedy Lamarr y Marie Curie. Además, el ferry Bahama Mama hará la ruta con las Baleares a partir de hoy a las 17.45 horas.
A lo largo de la mañana de ayer, también se acercaron a la estación marítima algunos vecinos de Dénia, con la intención de ofrecer comida y alojamiento a quien lo necesitase. Entre ellos, Luis Antonio y su esposa. «Hemos pensado que podría haber niños pequeños y queríamos ayudar, por suerte estaban todos atendidos y no nadie ha necesitado venirse a casa», explicaron ayer estos vecinos de Dénia. «Han venido algunas personas que nos han traído algunos bocadillos. Es la única comida que hemos probado esta noche, han sido muy amables. Da gusto saber que todavía hay gente buena en el mundo», apuntó uno de los pasajeros afectados.
Un ferry de @Balearia encalló a medianoche en la bocana del puerto de #Dénia, con 400 pasajeros. La rápida actuación de @salvamentogob, y de la @guardiacivil y la @policiadenia, permitió evacuar a los pasajeros antes de las 2 sin lamentar daños.
Vicent Grimalt (@VicentGrimalt) August 17, 2019
👏 Muchas gracias a todos. pic.twitter.com/IllnnbLa8U
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