La Generalitat destierra los cigarrillos en cinco playas con una campaña anti tabaco

Fuera los malos humos. Este es el objetivo de la nueva iniciativa, impulsada por la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat Valenciana y la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), que pretende desterrar los cigarillos de las playas.

Una campaña, 'Playas sin humos' que en su arranque cuenta ya con el apoyo de cinco municipios: Cullera, Orpesa, El Campello, Elx y Dénia. En el caso de la capital de la Marina Alta, el enclave libre de fumadores será la playa Marge Roig, con alrededor de 700 metros de longitud, situada en la zona sur de la localidad. Allí se presentó ayer la propuesta, que busca «promover actitudes y hábitos saludables a través de un entorno que sea respetuoso tanto con las personas como con el medio ambiente», explicó la secretaria autonómica de Salud Pública, Isaura Navarro.

Los cinco puntos de la costa valenciana libres de humos contarán con una señalización con banderas y unos paneles informativos. También se instalarán ceniceros tanto en el inicio como en el final de la playa, «con ello se invita a la gente que fuma a quedarse en la entrada de la playa para terminarse su cigarrillo o apagarlo en estos recipientes para poder acceder a la zona de arena».

La medida, remarcan sus impulsores, no es punitiva, «no está hecha para castigar, sinó para que los usuarios entiendan que es fundamental poder disfrutar de una playa sin humos».

Además de vertiente saludable, la campaña cuenta con una parte enfocada al cuidado del medio ambiente. «Las playas no son grandes ceniceros, debemos tener claro que las colillas que deja la gente en la arena son muy perjudiciales para la naturaleza», matizó Navarro.

Conscientes de ello, desde el consistorio dianense, además de adherirse a la propuesta 'Playas sin humos', suma a esta iniciativa otro grano de arena. La conselleria de Medio Ambiente repartirá a lo largo del verano un total de 2.000 ceniceros portátiles en el resto de las playas que conforman el litoral de Dénia. «Son pequeños recipientes de plástico con los que el usuario puede colaborar a mantener limpio el entorno natural», explicaron ayer desde el ejecutivo dianense.

Para velar que nadie eche dos caladas en Marge Roig, el consistorio de Dénia ha decidido impartir un curso de formación a los auxiliares Covid-19, al personal de vigilancia y socorrismo de la Cruz Roja y a los policías locales que patrullan las playas, «para que puedan informar correctamente a los usuarios de las características del enclave y den las recomendaciones pertinentes para que se respete el espacio».

En la capital de la Marina Alta abrazan esta nueva campaña «con entusiasmo», afirmó el alcalde, Vicent Grimalt, quién aseguró que se trata «solo del principio, pues no será la última playa que haya libre de humos en nuestra ciudad».