Unos ladrones vuelan con explosivo un cajero de Els Poblets

«Ha sido una enorme explosión, ha despertado a muchos vecinos. Menos mal que no ha habido daños personales ni materiales, porque el desastre es monumental». Así definía ayer la alcaldesa de Els Poblets, Carolina Vives, los momentos posteriores al espectacular robo que se produjo de madrugada en una sucursal bancaria del municipio.

Los ladrones utilizaron un explosivo para volar el cajero automático de la entidad, situada en la Avenida Mestre Vicent, justo enfrente de cauce del río Girona.

La explosión fue de tal calibre que la oficina quedó destrozada, lo mismo que el cajero automático, del que ayer tan solo quedaba el esqueleto en su parte superior. En cuanto al gran ventanal en el que estaba localizada la máquina, también se hizo añicos y quedó esparcido por toda la vía. De hecho los agentes de la Guardia Civil tuvieron que cerrar el tráfico por esta calle principal del municipio.

Hasta el lugar del suceso se personaron, además de la Policía Local y la Guardia Civil, efectivos de la Policía Nacional y Tedax (Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos) para intentar recabar pistas.

Las pesquisas de los agentes de seguridad, explicó ayer la munícipe de Els Poblets, apuntan a una banda especializada en este tipo de delitos que hace apenas diez días cometió otro robo de las mismas características en Santa Pola, también a una oficina de la misma entidad bancaria que la de Els Poblets. Al parecer, colocan un pequeño explosivo en el cajero automático para volarlo por los aires y conseguir así el dinero que guarda en su interior. En el caso de Els Poblets, la pasada madrugada el cajero guardaba cerca de 50.000 euros, pero los ladrones no pudieron hacerse con todo botín, confirmó Vives, «tan solo se han llevado un pequeño porcentaje». El fuerte ruido hizo que algunos vecinos saliesen a investigar que había pasado, por lo que los ladrones tuvieron que desistir en su intento de llevarse todo el dinero. Por suerte el banco está situado en un edificio de una sola planta, «no ha afectado a ninguna otra vivienda ni hemos tenido que lamentar daños personales. A la hora del robo la mayoría de la gente está durmiendo», concluyó la munícipe.