La mercantil del campo de golf de Pego pide 2 años de prórroga para construirlo

La continuidad del proyecto de construcción del campo de golf en Pego está en el aire. La empresa adjudicataria tiene hasta final de año para presentar la propuesta de desarrollo del plan parcial de dicho PAI. Así lo confirmó ayer el alcalde del municipio, Enrique Moll, quien reveló que la empresa ha solicitado una prórroga de dos años para ejecutar la obra que debería estar finalizada este año.

Fue en el año 2013 cuando, contando con el beneplácito del ejecutivo, la mercantil debió arrancar los trabajos, pero no llegó a comenzarlos. El plazo de ejecución acordado era de cinco años, pero tenía derecho a solicitar una prórroga de dos años más. Según el primer edil, la pidió y «ahora estamos esperando a que entreguen toda la documentación del plan parcial, tienen hasta final de año para poder hacerlo y confiamos en que llegarán en plazo». Junto a esta ampliación del tiempo, la empresa solicitó una modificación del proyecto. Ahora se contempla realizar el campo de golf de 18 hoyos, la casa club y un hotel. La construcción de las 1.306 viviendas inicialmente incluidas queda «paralizada».

Se trata de una actuación que no cuenta con el respaldo del grupo Compromís, que presentará una propuesta, en el próximo pleno, para iniciar el procedimiento administrativo para la caducidad de este PAI del Golf-Pego, pues aseguraron desconocer si la mercantil ha solicitado la prórroga. El objetivo, apuntaron los nacionalistas, es «devolver la calificación de rústica a la zona».

Además instaron al ejecutivo a exigir al agente urbanizador «las penalizaciones que se derivan del incumplimiento de los compromisos temporales, así como de cualquier otro ámbito adquiridos en el programa que acordaron cumplir». También recordaron los problemas con las urbanizaciones Monte Pego, Mostalla o Penya Roja, «ejemplos de un modelo que impide las posibles alternativas económicas de un pueblo con demasiadas zonas alteradas».

Por otro lado, se refirieron a los efectos medioambientales, pues ven necesario cancelar la propuesta del golf porque «supondría un elevado consumo de agua, en el actual contexto de cambio climático, ya que cada año llueve menos».

Por todo ello apostaron por un municipio «con un medio rural productivo, y un tejido productivo y comercial vivos en el casco urbano».

Ante el argumento de los nacionalistas por elevado consumo hídrico que se le presume a una construcción como la del campo de golf, el alcalde de Pego aseguró que la empresa debe presentar, junto al resto de documentación necesaria, un proyecto de reabastecimiento. Además incidió en que este tipo de instalación «gasta proporcionalmente menos agua la que necesita un campo de naranjos».

El proyecto de la construcción del campo de golf en Pego viene de lejos, concretamente de 2005, cuando el pleno aprobó la iniciativa con los votos del tripartito formado por PP (con el exalcalde Carmelo Ortolà al frente), PSPV y Bloc. Aunque tuvieron que pasar ocho años de trámites para que la empresa que promovió la construcción obtuviese el sí definitivo. Fue en 2013 cuando el pleno aprobó el texto refundido del plan parcial del sector Pego Golf, con los votos a favor de PSPV, Ciutadans de Pego, (ya con Carmelo Ortolà como líder del partido) y el PP, mientras que los ediles de Bloc-Compromís decidieron votar en contra y calificaron la propuesta de «especulativa».