La producción de arroz de Pego aumenta un 32% y supera los 1,3 millones de kilos

«Este año parece que la campaña será mucho mejor, habrá alrededor los 300.000 kilos más de arroz respecto al año pasado». El municipio de Pego se encuentra esta semana finalizando los siega del arroz bomba que se cultiva en los campos del Marjal. Unos trabajos que empezaron el pasado viernes y que, según los arroceros, son más positivos que la campaña de 2019, pues vaticinan que conseguirán una cosecha de cerca de 1,3 millones de kilos del cereal. Se trata de cifras que superan «con creces» las del pasado año, pues apenas se alcanzó el millón de kilos de arroz, en parte, aseguran «por el mal tiempo que hizo las semanas previas al inicio de la siega».

El agua acumulada en los arrozales dio muchos problemas, tanto a la planta del arroz, como a las recolectoras, pues el estado fangoso de las tierras impedía a las grandes maquinarias trabajar con facilidad, «se hundían en y costaba mucho sacarlas, hubo algunas parcelas en las que las pasó repetidas veces», recuerdan algunos de los arroceros.

Este año, «por suerte» el buen tiempo se ha puesto sobre los campos del Marjal, tanto los días previos al inicio de la siega como durante esta semana de trabajos: «esperamos que siga así hasta el fin de semana», fecha que se han fijado para terminar la recolección de este año del arroz bomba. Tras la recogida de esta variedad del cereal, empezarán los del arroz bombón, cultivado en menor medida, aunque desde que se recuperó hace unos pocos años, ha ido en aumento su producción. Además de las buenas cifras respecto a la pasada campaña, los arroceros apuntan que la calidad del cereal que están recolectando este año es «superior».

En esta campaña, los arrozales se han salvado de sufrir el ataque de la 'Pyricularia oryzae, un hongo microscópico que ataca a las hojas e inflorescencias del arroz, produciendo además una sustancia tóxica que desorganiza e inhibe el crecimiento de los tejidos. El año pasado provocó daños irreparables que se sumaron a las abandantes lluvias como causas principales de la mala campaña. «Este año los productos fitosanitarios utilizados han hecho efecto», matizaron los arroceros.

Pese a las positivas cifras, los agricultores remarcan que la crisis ocasionada por el Covid-19 ha alterado la demanda. De hecho aseguran que ha aumentado en el ámbito nacional, «al verse mermado el mercado internacional, se ha optado por el consumo nacional, por lo que la venta de nuestro producto será mucho más rápida este año», aclaran.

A los buenos números y el excelente producto cosechado este año, se suma un nuevo sello de calidad que llega en forma de estudio. Y es que la Universidad Miguel Hernández de Alicante ha concluído en un estudio que el cereal que crece en el Marjal de Pego-Oliva es, junto con el de Doñana, el que menos contenido de arsénico inorgánico tiene de España.

Aseguran los partícipes de este estudio que el consumo del arroz bomba y bombón pegolinos «es seguro hasta para los grupos de riesgo por mayor exposición a esta sustancia: celíacos y bebés«.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) estableció un límite de microgramos por kilogramo de producto de 100, y en el caso de Pego se sitúa en 45. «Nuestro arroz está muy por debajo de ese máximo. Es 100% seguro, cultivado en aguas limpias, de manantial y con gran capacidad de fertilidad natural que lo hacen único en el mundo y lo tenemos aquí«, afirma Vicent Dominguis, productor local.