La residencia de Santa Llúcia de Dénia cumple cuatro décadas de existencia

La residencia de Santa Llúcia de Dénia cumple cuatro décadas de existencia. Este centro se inauguró el 8 marzo de 1979, cuando la capital de la Marina Alta estaba gobernada por el alcalde José Sastre. Surgió a raíz del antiguo hospital del beneficencia y lo llevaban un grupo de monjas carmelitas, que en sus inicios atendían a 32 residentes, mitad hombres y mitad mujeres, que cuidaban a personas sin familia, enfermos y mayores.

Fue la hermana Pilar Adell la que luchó por la puesta en marcha de la residencia y quien la dirigió desde principios de 1980 hasta el 2000. Las monjas, además de las tareas de atención a los pacientes del hospital, también llevaban a cabo atenciones a domicilio.

Cuarenta años después, Santa Llúcia, una de las pocas residencias de la Comunitat Valenciana tutelada por un ayuntamiento, atiende a 92 personas en la residencia, más los usuarios de centro de día, que suman en total 130 personas, según explicó ayer Elisabet Cardona, concejal de Políticas del Mayor. La edil reconoció que desconocen la lista de espera relativas a las plazas concertadas con la Generalitat, pero que en el caso de las municipales sí hay demanda para entrar, sobre todo de residentes dependientes.

Cardona incidió en la amplia variedad de servicios que se presentan tanto en el centro residencial como en el de día. En el caso del primero, está en marcha las 24 horas del día todos los días del año. Además del alojamiento y atención geriátrica, también se proporciona servicios de restauración, lavandería, atención sanitaria, médica y de enfermería, así como actividades de rehabilitación, entre otras.

Para conmemorar este 40 aniversario, se ha preparado un documental que repasa la historia del centro, en el que se han vivido desde cumpleaños centenarios hasta incluso una boda, avanzó la concejal. En esta grabación la hermana Pilar explica cómo con el paso del tiempo la residencia se fue convirtiendo en una gran familia. El relato incluye también declaraciones de trabajadores y residentes de sus vivencias en primera persona.

El documental se proyectará el próximo 21 de noviembre, a las 17.30 horas, en el propio centro, en una fiesta «sencilla pero hecha con mucho cariño», subrayó Cardona. La programación se completará con una exposición de dibujos y pintura, en la Casa de Cultura, realizadas por los propios residentes y que se podrá admirar del 15 al 30 de noviembre. También se ha preparado un concierto de la coral integrada por los residentes y también por los usuarios del centro de día, previsto para el 20 de noviembre en la residencia.

La concejal aprovechó la ocasión para dar las gracias a los trabajadores, colaboradores y voluntarios que han dedicados sus esfuerzos a Santa Llúcia durante estas cuatro décadas de existencia y que han hecho que tenga «un nivel de calidad y ejemplaridad que muchas residencias de mayores quisieran tener» y del que «podemos estar orgullosos».

Cabe recordar que una de las primeras medidas que tomó Elisabet Cardona hace cuatro años en esta concejalía del Mayor fue impulsar que el pleno declarase la capilla como aconfesional la capital de Santa Llúcia. Según comentó ayer la concejal, se retiraron algunos símbolos, pero se dejó el Cristo que hay en la pared por la dificultada de retirarlo, pero se instaló una especie de estor que se sube o baja para taparlo, en función del tipo de servicio religioso.