Residentes en la Vall de Gallinera denuncian batidas «ilegales» de jabalís en todo el término

La caza sigue siendo en la Vall de Gallinera un tema de controversia y un problema para algunos vecinos, quienes denuncian que en el término municipal se siguen realizando batidas de caza mayor «ilegales, pues no se cumple con la normativa que rige este tipo de actividades».

Aseguran que los cazadores no informan ni señalizan de dichas cacerías en el término municipal «como debería hacerse» y en muchas ocasiones los senderistas «se ven obligados a parar sus excursiones porque se cortan caminos y sendas a placer y sin aviso previo. De hecho, apuntan que en muchas ocasiones los senderistas se encuentran con los cazadores por caminos que »no han estado señalizados«.

Una situación, manifiestan, que se repite «desde hace años, casi todos los fines de semana». Sin ir más lejos, el pasado sábado varias personas se vieron 'atrapadas' en el camino que va a la Foradà, «no había ningún tipo de indicación ni al inicio ni al final de la senda», aseguraron. Recriminaron además «las malas formas con las que nos trataron los que estaban cazando».

Remarcan los vecinos que los cazadores no limitan su actividad a los cotos, «se pasan de las delimitaciones, invaden caminos, bancales. Alguna vez ha habido gente que estaba trabajando y ha visto pasar la reala de perros, mientras varios cazadores disparaban a pocos metros».

El principal inconveniente, indican, es «la forma con la que actúan, cómo se encaran con la gente que está dando un paseo, a veces incluso llegan a las amenazas. En alguna ocasión han insinuado que no se hacían responsables si pasaba algo grave si alguien entraba por el coto, porque el seguro se lo cubre».

Aclaran, la mayoría de los vecinos que no están en contra de que se celebren cacerías, «solo pedimos que se cumplan con toda la normativa, se indique con antelación cuando se van a celebrar y los cazadores actúen con respeto con las personas que pueden estar paseando por el término municipal».

Exigen además que las autoridades locales y autonómicas tomen cartas en el asunto. «Ya son demasiados años aguantando estas situaciones, no queremos lamentar ninguna desgracia. Por lo que si hace falta, un día nos manifestaremos cuando se realice una batida».

Denuncias, las de los vecinos, que desde el gremio de cazadores califican como «desproporcionadas». El presidente de la asociación de caza de la Gallinera, Miguel Morell, aseveró ayer que la entidad «cumple con todos los requerimientos cada vez que se celebra una batida en la zona. Solicitamos las autorizaciones a la Generalitat y cuando ésta nos las concede, informamos a la Guardia Civil de las fechas que vamos a realizar las actividades de caza».

Morell apuntó que «siempre» colocan la señalización correspondiente «en todos los puntos obligatorios». Aseguró que son los senderistas los que «muchas veces no respetan las indicaciones y se adentran por la zona delimitada para la caza».

El presidente de los cazadores de La Vall de Gallinera vas más allá y arremetió contra los propios senderistas, «muchas veces son ellos mismos quienes quitan las señalizaciones, sin ir más lejos, en una de las últimas que hemos organizado las quitaron todas».