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Imagen de archivo de la acumulación de algas y agua estancada en la desembocadura del Girona, junto a la zona residencial. B. Ortolà
El Síndic insta a Dénia a colaborar con la CHJ para solucionar los problemas del río Girona

El Síndic insta a Dénia a colaborar con la CHJ para solucionar los problemas del río Girona

El concejal de Medio Ambiente asegura que se han tomado medidas para poder limpiar el cauce cuando sea necesario

B. ORTOLÀ

DÉNIA.

Miércoles, 5 de septiembre 2018, 01:01

El Síndic de Gregues quiere que se acabe de una vez por todas con los problemas en la desembocadura del río Girona, donde verano tras verano se repite la misma estampa: la falta de agua deja estancados a peces y algas, que con el calor estival mueren y se pudren provocando un hedor insoportable para los vecinos de la zona. Por ello, ha instado al Ayuntamiento de Dénia a que colabore con la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y con el Servicio Provincial de Costas de Alicante para «mantener en todo momento, la desembocadura del río en un óptimo estado de limpieza y conservación».

Se trata de una petición dirigida tan solo al ejecutivo dianense porque el Síndic, según reconoce, «carece de competencia legal para dirigir recomendaciones a Costas y la CHJ, ya que la misma corresponde al Defensor del Pueblo de España».

La demanda se realiza tras la denuncia de una vecina de la zona el pasado mes de marzo, quien se quejaba de la grave situación del cauce, «anegado de posidonia en estado de putrefacción, con peces muertos provocando la presencia de fuertes olores y mosquitos que lo convierten en un grave problema de salubridad».

El ejecutivo apunta que se ha instalado una barrera para evitar el paso de las algas Los vecinos temen que con las tormentas el cauce vuelva a llenarse de posidonia y peces

De hecho, desde el ejecutivo dianense reconocieron los inconvenientes que ocasionaba la situación en el informe que remitieron a petición del Síndic. En dicho documento apuntaban que «el grado de etrofización de las aguas es elevado, los grandes bancos de algas y posidonia oceánica en descomposición no hacen más que agravar los problemas de malos olores en la zona». Remarcaban también que la acumulación de estos restos formaba una barrera que taponaba la salida natural del agua hacia el mar que, por otra parte, escasea en la mayor parte del año en el cauce. Desde el ejecutivo se mostraron ayer escépticos a la hora de conseguir acabar con los problemas. El concejal de Medio Ambiente, Josep Crespo, incidió en la dificultad «porque durante buena parte del año el río no lleva agua».

A pesar de ello, para poder solucionarlo, en el informe municipal propusieron diversas alternativas. La primera de ellas la limpieza de la desembocadura del Girona hasta el puente elevado de la carretera CV-730 de Les Marines a Dénia. La segunda consistía en la «construcción de una mota sumergida de canto rodado» en el mismo desagüe del río para evitar la entrada de algas del mar.

Mientras que la tercera propuesta se trataba del estudio del régimen de corrientes y la modificación del espigón del sur en la zona marítima para evitar la entrada de arribazones de posidonia oceánica. Según indicó el ejecutivo dianense, las competencias para desarrollar la primera propuesta, correspondían a la CHJ, mientras que las dos últimas debía asumirlas Costas.

Por su parte, la CHJ comunicó al Síndic que a principios de junio se procedería a los trabajos de dragado del río en su desembocadura. Una actuación que se llevó a cabo poco después de la denuncia vecinal.

En junio el ejecutivo y la CHJ se reunieron para coordinar las otras dos medidas: la construcción de un camino de acceso al cauce del río para facilitar su limpieza cuando sea necesario; y el levantamiento de una barrera en la parte final del torrente para evitar que las algas y otras especies se dirijan río adentro y queden allí atrapadas. Según indicó el concejal de Medio Ambiente de Dénia, estas medidas ya se han puesto en marcha, por lo que se enviará un informe al Síndic.

De hecho, aseguró que los operarios del Ayuntamiento están coordinados con los de Tragsa para realizar los trabajos de limpieza «cuando sea necesario». Respecto a la nueva barrera construida, Crespo comentó que todavía es pronto para comprobar si los resultados son positivos: «Debemos esperar a que arranque la temporada de lluvias y temporal para ver si cumple su cometido de barrera para las algas». Ante las soluciones ofrecidas por parte del ayuntamiento y la CHJ, los vecinos se mostraron ayer contentos en parte «porque estuvieron retirando algas durante casi un mes y el olor ha disminuido. Era una situación difícil porque en la zona ya se conocía como la de los olores y los mosquitos».

Pero a pesar de la mejora, dijeron estar temerosos de que los problemas no se hayan solucionado definitivamente. Aseguraron que las algas «ya están en la desembocadura del río, por lo que es casi seguro que cuando lleguen las tormentas vuelvan a adentrarse al cauce». Por ello incidieron en la necesidad de «tomar medidas mucho más efectivas y duraderas».

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