R. González
Dénia
Lunes, 8 de junio 2020, 22:46
La explanada de Torrecremada volvió a acoger ayer el mercadillo de los lunes de Dénia. Después de tres meses de parón, la actividad iba a regresar a medio gas, ya que el ayuntamiento ha decidido que en este momento de la desescalada solo se instalen la mitad de los puestos. Sin embargo, el mal tiempo se encargó de aguar ese retorno escalonado y pocos fueron los vendedores que se arriesgaron a montar ante la amenaza de lluvia.
Publicidad
Cerca de las nueve y media de la mañana, tan solo 47 comerciantes había acudido a la cita y habían instalado su puesto. En principio eran casi 130 los que estaban autorizados ayer en este tramo de la fase 2. El cielo amenazante y la lluvia, que hizo acto de presencia en algunos instantes, no invitaban a desplegar las mercancías y no faltaron los paraguas entre los compradores.
Sebastián Moreno, representante de los vendedores, recalcó que "somos un gremio que se ha visto muy afectado y necesitábamos trabajar ya". Según apuntó, le habría gustado que les permitiesen montar a la totalidad de los comerciantes, pero Dénia les ha ofrecido que se alternen una semana la mitad y la siguiente para la otra mitad "y lo hemos aceptado".
También lamentó que la climatología hubiese deslucido esa jornada que tanto tiempo llevaban esperando. Ese mal tiempo se había traducido en pocos puestos y en poca clientela. Sobre esta última, Moreno hizo hincapié en que era normal que la presencia de compradores fuera tan escasa. "La primera semana es lógico por el temor y a eso encima se le ha sumado la lluvia", apuntó, y se mostró confiado en que a partir del próximo lunes mejorará, porque "es lo que sucedió en Oliva". Además, espera que Dénia sea punta de lanza y que ahora otros municipios de la comarca se animen a retomar los mercadillos.
Loli, una de las vendedoras, reconoció que le había costado acudir por culpa del parte meteorológico, pero que lo hacía por la clientela fija y por sus cuatro nietos. Por su parte, Rafael, reconoció que están limitados a los compradores locales y que espera el momento en el que se permita la llegada de visitantes de otras provincias.
Publicidad
Desi fue una de las vecinas que se acercó a pasear por Torrecremada y aprovechó para comprar unos cuchillos.
Los trabajos de mejora de la accesibilidad peatonal del camí de Sant Joan y la ejecución de obras complementarias provocaron que ayer se cerrase al tráfico un tramo de este vial y la grúa se llevase los coches de los despistados. Desde ayer, los vehículos no pueden circular por la zona comprendida entre la avenida Joan Fuster y la calle Corona Boreal durante tres meses.
En cuanto a las obras complementarias, está prevista una actuación para mejorar la red de pluviales y el alumbrado público, con la sustitución de los puntos de luz actuales por led. Asimismo, está previsto proceder a la renovación de la señalización horizontal y vertical y se va a instalar mobiliario urbano. Esta actuación cuenta con un presupuesto de 112.000 euros y será sufragadas en su totalidad por la Diputación de Alicante.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.