Torres de tendido eléctrico convertidas en posaderos para aves en el marjal Pego-Oliva

Adaptar el entorno y convertirlo en mejor escenario posible para el desarrollo de los polluelos. Esa es una de las premisas que ha llevado a rajatabla, desde el principio, el equipo encargado de la reintroducción del águila pescadora en el parque natural marjal Pego-Oliva. Para ello echan mano de todo lo que se encuentre en torno a los nidos de las aves rapaces, en la cima de la Muntanyeta Verda, incluso de objetos colocados por el hombre en el paraje natural. Un ejemplo de ello son algunos de los posaderos que rodean la zona de anidación, pues los técnicos han utilizado varias torres de tendido eléctrico en desuso que pasa por este punto del parque para convertirlos en posaderos. Puntos en los que las aves rapaces pueden descansar de sus vuelos por el entorno natural.

Según explica la concejal de Medio Ambiente, Laura Castellà, se empezaron a colocarse con el inicio del proyecto de reintroducción. El primer año fueron dos, al siguiente otras cuatro y en la actualidad hay ocho. "Están colocados en zonas cercanas a los nidos porque al principio las pequeñas águilas realizan vuelos muy cortos", matiza.

Hay posaderos de dos tipos, algunos son de madera, los otros, las torres reconvertidas. Con la iniciativa sobre la mesa, el Consistorio y la dirección del parque negociaron con la empresa eléctrica para retirar el cableado que cruza por el parque. Consiguieron inhabilitar un par de torres, las más cercanas a la Muntanyeta Verda, y se adaptaron. El objetivo, indican desde el Consistorio, es instalar más posaderos año tras año y eliminar todo el tendido que todavía acecha los vuelos de las aves.