Xàbia dedicará a Joaquín Sorolla el paseo marítimo junto a La Grava

El pintor Joaquín Sorolla visitó por primera vez Xàbia en 1896 y se quedó prendado de la villa, de sus paisajes y de su mar. Ahora, con motivo de la conmemoración del 125 aniversario de ese momento, la junta de portavoces del Ayuntamiento ha acordado hoy dos acciones institucionales que reflejen esa estrecha vinculación. Una de ellas es dedicar el paseo marítimo junto a La Grava al artista.

A través de una declaración institucional firmada por todos los partidos, se ha convenido iniciar los trámites necesarios para que ese espacio tan emblemático de la población reciba el nombre de Paseo Joaquín Sorolla en reconocimiento a la figura y obra del pintor, su vinculación con Xàbia, así como a la proyección cultural y turística de la población que hizo a través de sus múltiples lienzos. Allí mismo está previsto instalar una escultura de Sorolla pintando el Cap de Sant Antoni.

Los portavoces también han acordado proponer que en este año de gran simbolismo el Premio 9 d'Octubre Vila de Xàbia sea concedido a la Fundación Museo Sorolla por su ayuda, tutelaje y colaboración en todas las acciones que prepara el Ayuntamiento como homenaje al artista y por su rigurosa y dedicada labor de promoción y difusión de la obra del pintor, a través de la gestión del Museo Sorolla y sus proyectos de investigación, documentación, conservación y difusión de colecciones en las que Xàbia siempre ha tenido un espacio y mención.

Según plasma la declaración institucional, el 7 de octubre de 1896, Joaquín Sorolla Bastida visitó por primera vez Xàbia buscando inspiración para un encargo pictórico sobre el mundo vitivinícola. El artista quedó impresionado por su luz, su grandiosa naturaleza y el color de su mar. Pero no sólo encontró en Xàbia la iluminación que buscaba, sino un paraíso al que regresar y que compartir con sus más allegados. Prueba de ello es que volvió en tres ocasiones, dos de ellas acompañado por su familia.

Sus impresiones, que perduran hasta nuestros días gracias las cartas que escribía a su mujer Clotilde, podrían considerarse genuinos reclamos turísticos del siglo XIX, con el valor añadido de estar firmados por un artista de prestigio internacional.

Su relación con Xàbia dejó más de un centenar de obras de arte que han llevado la esencia de la villa a los mejores museos y las salas de exposiciones más prestigiosas de todo el mundo. Tanto es así que el Consistorio considera a Sorolla como “uno de los primeros y mejores embajadores que hemos tenido a nivel internacional”.