Un SUV que cumple en todo

La última semana con nuestro 3008 nos ha servido para probar diferentes versiones mecánicas de la misma familia, para poder ofrecer opiniones adicionales al excelente modelo de nuestra prueba: el 2.0 diesel de 150 CV con cambio manual.

Empezamos con el 1.6 diesel automático de 120 CV en acabado GT Line. Esta terminación incluye algunos detalles exteriores e interiores más deportivos, con acabados en negro, más cromados y la presencia de un botón sport que aumenta el sonido del motor -amplificado a través del equipo de audio-. Con este botón conectado el coche tiene una respuesta más rápida al acelerador y, en las versiones con cambio automático, permite que cada marcha apure más la potencia del motor antes de pasar a la siguiente. Nos ha encantado este modelo automático, con las mismas maneras, espacio y diseño del 2.0 diesel pero con algo menos de sonido, mayor confort gracias a la caja automática y una respuesta del motor competitiva, aunque no es un coche especialmente veloz. El consumo es muy razonable. El modo sport sería mejor si no amplificara el sonido y únicamente ofreciera la respuesta mecánica más viva.

El más potente

'Saltamos' al 2.0 diesel de 180 CV automático, que se ofrece sólo con el acabado tope de gama GT. Es un coche que ronda los 36.000 euros, pero que destila lujo en su interior y exterior. El motor es más potente que el 150 CV y el coche recupera velocidad con energía, pero es un poco ruidoso debido a las grandes ruedas así que, si buscamos sólo el confort del automático, vale la pena dejarse seducir por el 120 CV GT Line -4.500 euros menos-, aunque si buscamos 'lo más de lo más', el 180 CV es nuestro coche.

Hora de pasar a los gasolina, con el 1.2 gasolina turbo de 130 CV como primer protagonista. El coche se desenvuelve muy bien para ser una versión base y, si somos de andar tranquilos, con este modelo hay más que de sobra, gracias a la ligereza general del 3008 que, a pesar de ser un coche grande y robusto, utiliza muchas medidas para contener el peso, como un portón trasero en termoplástico. La versión probada equipa el 'grip control', con un sistema de control de tracción para situaciones de baja adherencia que añade control de descenso y neumáticos todo tiempo. Por caminos comprobamos no sólo que el coche va perfectamente, sino que suspensión y ruedas son duras como una roca, ya que el despiste nos lleva a dar un par de llantazos que, en un turismo normal, serían pinchazo seguro, y el 3008 ni se inmuta.

Excelente gama

Terminamos con el gasolina de 165 CV, un motor potente y lleno de fuerza que rinde más que el diesel de 180 CV, pero cuyo consumo es algo más alto. Se ofrece sólo con cambio automático, y es el motor perfecto si los 130 del 1.2 nos parecen pocos o vamos a ir habitualmente cargados.

Cabe destacar las medidas de seguridad. El 3008 cuenta con aviso de salida de carril con corrección de trayectoria automática, frenado de emergencia en ciudad, aviso de coches en el ángulo muerto o cámaras de visión trasera que forman parte de un conjunto de sistemas que suman seguridad. El mejor de todos ellos es sin duda el cuadro de relojes elevado y configurable que permite ver la velocidad o el navegador sin apartar la vista de la carretera.

No nos extraña que el 3008 sea un coche de éxito, porque es difícil encontrar una sola pega a un automóvil que enamora con cada día de uso. La gama de precios, de 21.300 a 36.000 euros, es una de las claves del éxito, y no nos extraña la larga lista de pedidos que ya tiene Peugeot.