Acelerón para impedir más 'casos Nissan'

El cierre de Nissan ha sido inesperado para el Gobierno, que confiaba en que el resultado general del grupo en España, donde cuenta con varias fábricas de Renault, le permitirían salvar la planta de Barcelona. No ha sido así, y el coste político es alto, tanto en empleo como en el desgaste de imagen, y el Gobierno no quiere más casos nissan durante su mandato, así que ha lanzado dos planes de ayudas a la compra de coches simultáneos. Son buenos planes y van a venir muy bien al sector, especialmente a los concesionarios, pero premian el aquí y el ahora, cuando lo que necesita España para que no cierren las multinacionales es ser competitiva a nivel tecnológico.

Resumamos los puntos en los que se pueden mejorar estos planes. El primero es que lanzar dos a la vez a través de diferentes ministerios no tiene ningún sentido. El segundo es que se incentiva la compra de todo tipo de coches, incluidos los diésel, cuando, aunque sean de nueva generación, es una tecnología que conviene ir retirando de las carreteras y debe quedar solo para los que hagan grandes kilometrajes y necesiten de este ahorro, como antaño, profesionales de la carretera. El tercer punto es que actualmente muchos coches tienen etiqueta eco sin tener bajas emisiones. Era un momento perfecto para cambiar esta situación e incentivar así la venta de coches realmente limpios.

Este mayor incentivo a los coches eco haría que subieransus ventas y su fabricación en España, llevando a los fabricantes a mayores inversiones en tecnologías de este tipo. Y aquí radica en que los 'casos Nissan' no se repitan en el futuro: en una fuerte apuesta por facilitar la producción de la tecnología del coche ecológico en España.

Parece que ahí van destinados esos 2.800 millones, esperemos que con buen camino.