Emisiones, ni tanto, ni tan poco

No podemos obviar que los coches, motos, furgones y camiones, genera emisiones que son perjudiciales para la salud, por lo que la normativa europea obliga a las ciudades a limitar el uso de los vehículos con mayores emisiones en el centro de las ciudades. Hay quien no lo quiere ver, pero yo mismo estuve en Pekín en 2007 y la contaminación atmosférica era tan grave que no se veía el cielo y los ciudadanos iban con mascarillas. Hoy China lidera las ventas de coches eléctricos y las emisiones urbanas se han reducido en gran medida.

En Europa se ha apostado por restricciones de uso en el centro de las ciudades con la llegada de las famosas zonas de bajas emisiones (ZBE). Estas zonas de tráfico restringido ya son una realidad en Madrid, Barcelona y otras ciudades, aunque Valencia, por el momento, se mantiene sin restricciones ni ZBE a la vista.

El Gobierno municipal anterior descuidó este asunto, a pesar de tener ocho años para diseñar e implementar unas ZBE que temíamos muy restrictivas, pero que nunca llegaron.

En cambio el nuevo Gobierno municipal ha decidido no implementar ningún tipo de restricción, convencido de que en Valencia no es necesario, argumentando que la brisa marina que llega por las tardes purifica el aire de la ciudad. Es posible que no sea tan necesario como en otros lugares, pero es evidente que la salud de las personas es mejor en un entorno sin emisiones, por lo que debería haber un plan, sea el que sea, para reducir las emisiones contaminantes.

El medio ambiente no es de izquierdas ni de derechas, y aunque hay que reducir al mínimo las incomodidades para todos, hay que tener ya un plan para que las emisiones urbanas sean más reducidas, al final, ganaremos todos.