¿Qué pasa con el hidrógeno?

Muchos pensarán que lo que procede aquí es un sesudo artículo científico de divulgación que nos diga, con total exactitud, cuando y cómo va a entrar esta tecnología en el mundo de la movilidad y como va a afectar a nuestras vidas, pero permítanme darles una respuesta: nadie lo sabe.

El avance tecnológico es tan elevado en muchos campos que no podemos sacar la bola de cristal para decirles lo que va a pasar dentro de cinco o diez años en el mundo del automóvil, y tenemos que decirles que los demás tampoco lo saben. Lo único seguro, y es por una ley de la Unión Europea, es que en 2035 se dejarán de vender coches de combustión. La realidad es que lo harán mucho antes, porque conforme se termine el ciclo de vida de los modelos actuales, se cambiarán por eléctricos, ¿y dónde nos lleva todo eso? pues tampcoo lo sabe nadie, hay voces que hablan de un futuro idílico y otras de la ‘cubanización’ de la movilidad, con coches reparados una y otra vez ante la imposibilidad de comprar uno nuevo.

El hidrógeno es una alternativa. Se puede producir con electricidad, y si esta es de origen renovable se llama ‘hidrógeno verde’. Esta electricidad debería ser excedente en el futuro si queremos tener un mundo alimentado por energías renovables, y esto significa que tendremos mucho hidrógeno ‘gratis’, y este hidrógeno puede ir a los actuales motores de combustión o a la ‘pila de combutible’ que lo transforma en electricidad para su uso por motores eléctricos ¿Funcionará este nuevo combustible? Creemos que sí ¿será una realidad algún día? Tenemos muchos datos que indican que sí, pero no vamos a engañarles: nadie lo sabe, así que, de momento, gasolina, diesel, híbridos y eléctricos hay para años... no mareemos con el hidrógeno.

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