Un arranque de año a medio gas

Nos habían convencido que, con la vacuna del Covid, se iban a acabar todos nuestros males, pero no ha sido así. Anunciada por los expertos pero ignorada por las autoridades, la tercera ola del coronavirus va a complicar sobremanera el inicio del año, por no hablar, ya lo hacen nuestros compañeros en las páginas del diario, del desastre social que supone la pérdida de cientos de vidas a diario. El problema principal vuelve a ser político. No hay un único mando nacional, cedido a las autonomías, ni un único criterio regional, ya que se están produciendo cierres por municipios. Eso hace que, por ejemplo en Valencia, la mayoría de los concesionarios de la Pista de Silla tengan vetado el acceso al ubicarse en zonas confinadas.

A estas ventas que no se hacen se suma la nula cartera que los concesionarios han dejado para 2021. Debido al aumento de precios por los impuestos, todo lo 'vendible' se ha vendido en el ejercicio anterior, y de hecho la provincia cerró diciembre con más ventas en 2020 que en 2019... a costa de dejar 'a cero' el contador de ventas pendientes para enero.

Entre los profesionales cunden las dudas. Nadie sabe si lo está haciendo bien o mal, y más bien se entona el resistiré ante un panorama en el que el mes de enero se da por amortizado, y sin el 'plus' de posventa que tienen otros concesionarios en España por los desperfectos que ha causado el temporal Filomena en muchos coches.

Así las cosas, nos queda cruzar los dedos y pensar en el resto del año. Ya vivimos la euforia del verano en 2020, y, si la situación mejora, que debería hacerlo, habrá que estar preparado para aprovechar el momento y, cuando de una vez por todas, salgamos de este túnel del coronavirus, ya muy largo para todos, lo hagamos con todas las empresas en orden.