Mucho camino por recorrer

Me preguntaban, como siempre sucede los días de Feria, qué coche comprar y cómo estaban de ‘maduros’ los eléctricos y, claro, nuestras respuestas, y más las coloquiales, no pueden ser más sinceras: los eléctricos están para comprar, pero no hay red de recarga suficiente, sobre todo en los momentos de demanda punta.

Si todo va bien, cuando se publique este suplemento debería andar por Francia en un coche eléctrico, y el viaje necesita de cierta elaboración, de saber donde parar y de cruzar los dedos para, cuando paremos, que no haya muchos coches delante del nuestro en pleno puente, que seguro que los habrá, por lo que es muy frustrante ver los puntos de carga con uno o, a lo sumo, tres mangueras de conexión eléctrica, todo lo contrario a los puntos de recarga Tesla, que sí están bien surtidos de puntos y de potencia. Esta realidad hará que muchos de los que valoramos la compra de un coche eléctrico lo piensen, lo pensemos, más de una vez. Porque estamos dispuestos a pagar bastante más, a esperar por una subvención como la del Moves que nunca llega, a tributar por esa subvención, a esperar incluso por el coche porque hay mucha demanda, pero lo de tener que preparar las recargas en un viaje de manera concienzuda no es algo que entre en los parámetros de todos.

Y entonces ¿qué? Pues además de la opción de Tesla, que cuesta más de 50.000 euros, una cantidad innecesaria, salvo por capricho, para un coche, tenemos el resto de las opciones eco: habrá híbridos, habrá híbridos enchufables –estos nos parecen cada vez más competitivos– y habrá eléctricos, pero lo que tiene que haber, sobre todo, son más puntos de recarga y que, además, estén en zonas comerciales, y no en medio de la nada como ahora.

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