Citroën C4: Revolución francesa

El nuevo Citroën C4 es la punta de lanza entre los crossovers del grupo PSA. Su diseño se ha renovado por completo y gracias a su nueva plataforma ha aumentado todas sus medidas. Tiene unas formas más aerodinámicas que las de su antecesor y, a la vez, muy musculosas, con un perfil avanzado estéticamente y una zaga que proyecta una imagen deportiva.

En el interior encontramos un salpicadero nuevo con dos pantallas: la del cuadro de mandos de siete pulgadas y la multimedia, de diez pulgadas. Este C4 también incorpora 'head-up display' y ofrece recarga inalámbrica para teléfonos móviles, además de los últimos sistemas de ayudas a la conducción.

En cuanto a los motores, Citroën ofrece versiones gasolina y diésel de 130 CV, ambas con cambio manual o automático. Pronto llegarán más variantes, concretamente un gasolina de 100 CV y otro diésel de 110, y recientemente se ha puesto a la venta el gasolina de 155 CV con cambio automático de ocho marchas. La gran novedad es el eléctrico, de 136 CV, que ofrece una autonomía de 350 kilómetros con una batería de 50 kilowatios. Los precios parten desde 20.290 euros y el eléctrico está a la venta desde 35.100 con una garantía de ocho años o 160.000 kilómetros para la batería.

Para nuestra primera toma de contacto elegimos el eléctrico y recorrimos unas zonas urbanas y otras de autovía. La posición de conducción algo elevada es muy ergonómica, con una muy buena visión en todos los ángulos, aunque echamos en falta un regulador de altura del cinturón de seguridad. Al ponerlo en marcha, el cuadro de instrumentos nos indica una autonomía de 341 kilómetros para el modo 'Electric', de 359 en modo 'Eco', y de 327 en 'Sport'. Como iniciamos el recorrido por las calles del centro de Madrid, seleccionamos el modo 'Electric', y el coche se mueve de forma ágil, confortable y silenciosa. Sin necesidad de poner el selector en el modo 'brake' de recarga, observamos que la autonomía apenas baja. En este modo y trayecto el consumo medio no llego a los 13,9 kilowatios cada cien kilómetros, lo que nos permitió recorrer una distancia de 14,5 kilómetros con un gasto de tan solo 6,1 kilómetros de autonomía, lo que dice mucho a favor de este conjunto mecánico. Debemos destacar la excelente información de todo lo referente al consumo y carga de batería que nos proporciona el cuadro de mandos digital.

El resto del itinerario, ya por zonas de autovías de la capital española, estuvimos probando los tres modos y con velocidades más elevadas. El consumo estaba entre los 15,4 y 17 kilowatios, no obstante, en autovía conectamos el modo B, y cada vez que levantamos el pie del acelerador, comprobamos que la batería se recarga de forma notable.

Al regresar a Madrid por autovía, lo hicimos al volante de la versión gasolina de 130 CV combinado con el cambio automático de ocho velocidades. Este propulsor es una delicia, apenas llega el ruido del mismo al habitáculo y aunque no acelera de forma contundente, si le que otorga un plus de confort de marcha a este bien resuelto Citroën C4.