Citroën C5X: Para viajar con confort y tecnología

Si hace poco más de un mes, en nuestra primera toma de contacto, ya les hablamos de las excelencias del nuevo C5X de Citroën, que se aleja en su concepto de las actuales tendencias de los modelos SUV, ahora hemos tenido una nueva oportunidad de ponernos a su volante en las bellas carreteras de la Costa da Morte en Galicia.

Con 4,80 metros de longitud y una altura del suelo a la carrocería cercana a los veinte centímetros, su imagen no es la de una berlina, sino más bien una mezcla entre un ‘shooting break’ y un SUV, todo ello con unas líneas muy musculosas, especialmente en la zaga, y unas enormes llantas de 19 pulgadas, que hacen que sea un coche que, cuanto más lo ves, más te atrae. Lo cierto es que, tras los primeros pedidos de este mes, los dirigentes del fabricante galo afirman que, al menos, un 25 por ciento de sus clientes proceden de un SUV del segmento C, lo que habla bien de que este C5X puede variar las tendencias y llevarse una parte de un mercado cada día más difícil.

En el habitáculo destacan unos buenos asientos delanteros, que ubican al conductor unos centímetros más alto que en una berlina tradicional, con las versiones tope de gama con múltiple regulación eléctrica e incluso masaje, mientras en la zona central del salpicadero se ofrece una pantalla multifunción de doce pulgadas muy bien configurada, con reconocimiento de voz y conexión al móvil inalámbrica. Tras el volante aparece el cuadro de mandos digital de siete pulgadas. Lo que más nos sigue gustando en este apartado del C5X es su enorme ‘head up display’ de 21 pulgadas, a todo color y en 3D, que ofrece información de la ruta del navegador hasta las llamadas de teléfono, mensajes, nombre de las canciones... que hace casi prescindible el cuadro de relojes.

Hay un buen número de huecos portaobjetos que suman 29 litros, un enorme maletero con la boca de carga muy baja con 545 litros de capacidad y unos asientos traseros amplios para tres pasajeros. Todo esto configura un habitáculo digno de cualquier premium por su confort y buenos acabados.

Desde la versión más asequible el equipamiento es bastante completo, con dispositivos como el control de ángulo muerto, las cámaras de visión 360 grados o la alerta de tráfico trasero, que nos advierte de un vehículo que circula transversalmente cuando salimos marcha atrás de un espacio sin buena visibilidad. Ofrece conducción semi-autónoma de nivel 2 con el sistema que mezcla el regulador de velocidad adaptativo con función de parada y arranque, así como la ayuda del mantenimiento de carril.

Entre las motorizaciones disponibles –todas son de gasolina– este C5X ofrece un motor tricilíndrico de 1,2 litros con 130 CV – con seis litros de consumo cada 100 km.– y otro de cuatro cilindros, 1,6 litros y 180 CV –6,5 litros cada 100 km–. Ambos propulsores están exclusivamente ligados a un cambio automático de ocho velocidades, y no existe la posibilidad de caja manual. El más alto de la gama, y por ahora, el más solicitado, es la variante híbrida enchufable con una potencia conjunta de 225 CV y una batería de 12,4 kilovatios que ofrece una autonomía eléctrica de hasta 55 kilómetros, y que necesita menos de dos horas para recargarse en una toma de 7,4 kW, o cerca de tres horas y media en una de 3,4 kW.

En esta oportunidad de prueba al que más kilómetros le hicimos fue al C5 X híbrido enchufable. Con unas carreteras muy viradas, pero de buen firme, logramos llevar la autonomía eléctrica hasta los 56 kilómetros, para posteriormente, ir conjugando los distintos modos de conducción para tratar de poner en apuros las prestaciones del coche. Pese al incremento de peso sobre el modelo térmico y las inercias que de ello se derivan, el modelo siguió fielmente el trazado elegido en cada ocasión y la calidad de confort de marcha, especialmente notable en las zonas de autovías, hacen que sea toda una delicia ponerse al volante.

También probamos la versión básica de 130 CV, que no habíamos tenido la oportunidad de probar anteriormente, y apreciamos una notable diferencia sobre la versión de 180 CV, especialmente en lo que a prestaciones y aceleraciones se refiere.

Aunque, eso sí, el confort de marcha, la escasez de vibraciones y ruido del motor percibidos, hacen que podamos dar un sobresaliente el conjunto de la gama de este nuevo Citroën. El precio, desde 30.000 euros, es otro argumento para el éxito.

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