El coche, a punto para el invierno

Ante la ensalada legislativa que tenemos delante y los precios de los coches cada vez más altos, muchos optan por alargar la vida de su coche, y es aquí donde el mantenimiento debe ser un punto clave para mantener su seguridad intacta.

Por mucho que nos empeñemos, un coche con solo cinco años no es tan seguro como uno nuevo, no solo porque no equipa las medidas de seguridad ya obligatorias, como el frenado de emergencia automático, sino porque sus elementos de desgaste están, desgastados. Si esto ocurre con un coche de cinco años, aún más con uno de diez, doce o quince. Pero ojo, no estamos diciendo aquí que corran a cambiarlo, sino que inviertan en mantenimiento de seguridad para que sus cualidades sean similares a cuando era completamente nuevo.

Al mantenimiento propio de estas fechas: aceite, filtros, escobillas limpiaparabrisas, etcétera, hay que sumar neumáticos y amortiguadores.

En el primer caso recomendamos SIEMPRE primeras marcas y expertos de reconocida solvencia en el montaje. Da igual que sea un poco más caro, nos puede librar de un accidente, lo que supone un ahorro considerable, así que, ante la menor duda en cuanto a dibujo, agarre o duración de las ruedas, un nuevo juego le va a dar una enorme seguridad a nuestro automóvil.

El segundo aspecto es la amortiguación. Una vez superados los cien mil kilómetros nuestro coche es más lento de reacciones, cabecea más en las frenadas alargando las distancias y, en frenadas de emergencia, es más inseguro. Aunque es caro, un juego de amortiguadores supone un gran salto en seguridad en un coche veterano.

A todo ello sumen la prudencia y el sentido común ante lluvia, nieve, niebla o lo que nos depare el invierno.

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