Desescalada y vuelta a una nueva realidad

La salida del confinamiento desde prácticamente el 2 de mayo, cuando pudimos salir a la calle a hacer deporte, nos enfrenta con una nueva realidad. Un ambiente de trabajo, comercio y vida social que no va a ser, al menos durante los primeros meses, similar al anterior, pero que tenemos que conseguir que no influya en nuestro día a día y, por tanto, en la economía.

La caída del Producto Interior Bruto anunciada, del 5,1 por ciento en el primer trimestre, se va a quedar corta con lo que sufriremos en este segundo que computa abril, mayo y junio, por lo que es urgente recuperar la actividad de un modo que no comprometa la sanidad.

Ya hemos manifestado lo importante que va a ser para la industria un plan de incentivos, que no de ayudas, para animar a la gente a comprar coche. Es muy necesario en un país en el que la producción de coches es uno de los bienes más importantes para la economía, aunque los gobiernos no parecen darse por enterados.

Con plan o sin él se van a seguir vendiendo coches y el público querrá ir a los concesionarios con todas las garantías. Es muy importante que el sector comunique con claridad cómo se van a producir esas visitas para que el cliente se sienta seguro cuando vaya a dejar el coche en el taller o a comprar un nuevo modelo.

La potenciación de los servicios de cita previa, incluso la recogida y entrega a domicilio, será clave. Para la compra, es hora de que las marcas expliquen sus ofertas, financiación, cuotas o servicios adicionales sin que el cliente tenga que desplazarse. En esta fase es importantísima la formación del personal y la comunicación de las medidas. En cuanto a ofertas, si está pensando en comprar coche, va a ser el mejor momento en muchos años.