«Tenemos aquí un niño que se ha perdido» decía el grupo de Whatsapp de la organización de Ecomov. Desde luego, entre los problemas que pueden surgir en una Feria junto al mar, este fue uno de los más inesperados. ¿Cómo?. «Sí, no sabe dónde está su mami ni como se llama ni su teléfono». «¿No tenemos megafonía?» dijo otra voz autorizada. «No, hay que pedir permiso al Ayuntamiento y miden los decibelios» dijo nuestra compañera experta en estas lides. «Llamemos al 112» dijo alguien con mucho criterio, y en pocos minutos madre e hijo iban de la mano tras un emotivo abrazo y algunas lágrimas maternas, los niños, ya lo saben, ven los coches –ahora eléctricos– y pierden la noción del tiempo.
El domingo se sobrepasaron las previsiones de público. A los asistentes al evento se sumaron los valencianos que se acercaron a la Marina con la curiosidad por bandera... y como muchos de ellos, más pronto que tarde, terminarán comprando coche, dar un vistazo a la Feria era casi una visita obligada. A ellos se sumaron muchos patinadores que, acostumbrados a usar el Tinglado 2 para practicar su afición favorita, optaron como alternativa por darle un vistazo a fondo a los patines, bicis y hasta motos eléctricas. Otros se volcaron con los minicoches, y hubo algún momento en el que los expuestos casi no se veían. Eso de que puedan conducirse de 15 a 65 años atrae a jóvenes y mayores.
En el recorrido de pruebas no tuvimos mayores pegas, y eso es una gran noticia, porque cuando más de 500 personas se suben a los coches por primera vez siempre puede haber imprevistos, pero los conductores y monitores estuvieron a la altura. En cuanto al Tinglado 2, se nos apagó un poco la noche del viernes por falta de luz, pero La Marina tomó buena nota y sábado y domingo no faltó ni una pizca de iluminación. En los stands, más de treinta, cada uno gestionaba los contactos de manera diferente, desde los que tenían previstas impresoras, presupuestos y ofertas hasta los que prefieren hacer de Ecomov una toma de contacto en la que dar a conocer los coches para después citar a la los interesados en la concesión, donde se puede dar una información más completa. Se podían comprar desde un pequeño Citroën Ami de 7.200 euros hasta un fantástico Mercedes EQE de más de cien mil, y entre esos dos extremos, todo tipo de coches con etiquetas eco y cero de la DGT entre los que destacaron las novedades eléctricas: MG4, Renault Mégane, Nissan Ariya, Volvo C40, Kia Niro... la lista es cada vez más larga y se suma a una mayor oferta año tras año.
La organización ya piensa –pensamos– en el 2023, sin olvidarnos de agradecer enormemente a todos los que hacen posible Ecomov: expositores, marcas, concesionarios y, cómo no, los compañeros de eventos y marketing de Las Provincias y los proveedores del evento, siempre disponibles.
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