Menos emisiones, más inseguros

El invierno nos trae, además de la terrible tercera ola del coronavirus, una meteorología que ha cogido por sorpresa a todos, especialmente en la capital de España. Allí hemos visto como la gran mayoría de SUVs, a la hora de la verdad no podían con la nieve y el hielo, ¿el motivo principal? Sus neumáticos.

La mayoría de los coches a la venta hoy en España llevan ruedas convencionales, 'de verano' o de 'rodadura optimizada', como las llaman las marcas. Ningún problema con esto hasta que llegamos al sector SUV, donde coches equipados con tracción total, modos de conducción nieve y todo tipo de ayudas electrónicas equipan estas ruedas en lugar de las 'todo tiempo', mucho mejores para circunstancias como las vividas y como las que vivirán muchos de estos conductores a poco que viajen a la nieve a esquiar o hagan algo de caminos, campo y barro.

¿Cuál es el motivo por el que no se equipan las ruedas todo tiempo de mayor agarre en coches que, a priori, han sido diseñados y son comprados para estos usos? Las emisiones. Las ruedas todo tiempo tienen algo más de resistencia a la rodadura y, por tanto, elevan mínimamente el consumo, pero ese aumento lo es también de emisiones, y ahí la economía manda.

Los fabricantes se exponen a enormes multas si sus emisiones superan un promedio que a día de hoy muy pocos alcanzan, así que están homologando sus SUVs, incluso en versiones 4x4 pensadas para un uso en condiciones más difíciles, con ruedas convencionales en lugar de las de todo tiempo.

Entendemos la posición de las marcas, que buscan dar un mejor precio al público, pero las ruedas 'todo tiempo', deberían ofrecerse, de serie o como opción de fábrica, en los modelos más propicios para ello, dejando las emisiones aparte.