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Una estrella del motor con un brillo inagotable
ENRIQUE HERNÁNDEZ-LUIKE ·
Fundador de decenas de populares revistas, cambió el periodismo del motor en España y, con ello, también los coches que conducimosSecciones
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ENRIQUE HERNÁNDEZ-LUIKE ·
Fundador de decenas de populares revistas, cambió el periodismo del motor en España y, con ello, también los coches que conducimosRecientemente se apagó una estrella, la estrella de Enrique Hernández-Luike, que empezó a brillar hace 93 años. Periodista con un manejo genial de la palabra, que le llevó a triunfar también en el plano poético, Luike era apasionado del automóvil que decidió editar revistas, ¡y qué revistas! Autopista, Automóvil, Auto-mecánica, Coche Actual, Motociclismo, Coches Clásicos, Autofácil, Evo España, Fórmula Moto… durante años nadie se compraba en España un coche o una moto sin haber leído la prueba del mismo en sus revistas, eso sin contar los miles aficionados que nos leíamos hasta la última letra de cada una de ellas y que soñábamos con esos coches y motos. Gracias a esas revistas muchos quisimos ser periodistas, otros pilotos, otros ingenieros, mecánicos, viajeros empedernidos...
Por ese motivo lo traemos a estas páginas, no por su éxito empresarial como editor, sino para decir alto y claro que, gracias a Luike, usted y yo conducimos mejores coches, y gracias a su empeño en contar cada detalle de cada modelo se han diseñado mejores coches y se han salvado muchas vidas.
Su grupo editorial fue uno de los pocos del mundo en tener un banco de potencia, y las marcas temían sus resultados, no en España, que también, sino en las sedes de Francia, Alemania, Italia e Inglaterra, donde sabían que esas mediciones no solo iban 'a misa' sino que decidían la compra de más de un usuario. Lo mismo con los consumos, la aceleración o la velocidad, medida hasta el punto en el que un supercoche de la época no alcanzó la velocidad oficial y la marca protestó tanto que se tuvo que volver a medir la velocidad... sin levantar los faros escamoteables que lucía el modelo, que cumplió así lo prometido.
Pero el éxito no fueron solo sus revistas, sino que ejerció como escuela de periodistas, bien por trabajar allí o porque las leíamos de jóvenes, y ese afán crítico se trasladó a la competencia y sigue perdurando en la profesión. Yo era un chaval que esperaba cada semana los martes como agua de mayo para gastar mi paga en las revistas de coches. Más tarde trabajé en la editorial gracias a una genial idea suya «Universidad-Primer Empleo» que me llevó a emplearme a fondo buscando respuestas a concienzudas preguntas, respuestas que no se encontraban en la inexistente Google.
Trabajando allí pude ver de primera mano como el gran grupo de profesionales que formó se batían el cobre para señalar qué coches eran mejores, cómo mejorar las carreteras, como conducir mejor, cómo actuar en caso de accidente...
Hoy, se suban al coche que se suban, este es mejor gracias a la ingente información del motor que transmitimos los periodistas, muchos de ellos formados en la escuela o bajo la inspiración del señor Luike.
Don Enrique decidió hace unos años crear los premios la 'Estrella del Motor', pero la gran estrella del motor en España ha sido él, creando una ingente información que hizo germinar en muchos la pasión por el mundo del automóvil. Descanse en paz.
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