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Felipe Pantone con uno de los cuatro Alpine 'PANT1'. Su rostro es desconocido para el gran público.
Felipe Pantone: «Fernando Alonso me dio varias vueltas en Mónaco, fue muy divertido»

Felipe Pantone: «Fernando Alonso me dio varias vueltas en Mónaco, fue muy divertido»

ENTREVISTA A FELIPE PANTONE ·

Nació en Argentina, se crió en Torrevieja, creció con el graffiti y hoy es un cotizado artista que vive en Ruzafa después de haber pasado por Nueva York. Fernando Alonso le dio varias vueltas en Mónaco después de haber diseñado una edición limitada de Alpine, el motorhome, el hospitality y hasta las botas de los pilotos de Fórmula 1

Alex Adalid

Valencia

Viernes, 14 de enero 2022, 18:42

Felipe Pantone (1986), es uno de esos jóvenes que van a marcar la historia del arte contemporáneo. Su forma de ser y de hablar es natural, espontánea y educada. Tiene la cabeza en mil sitios, pero los pies en el suelo, y enlaza unos proyectos con otros con naturalidad. Su estilo geométrico y colorista empieza a verse fuera de sus obras. Empezó con los graffiti, como muchos de los grandes de hoy en día, y de esa libertad nació un estilo que lleva su sello y que está en murales en Las Vegas, Holanda o en obras de arte de edición limitada, sean mesas, cuadros o alfombras. Esta temporada ha estado muy vinculado a Alpine, con una edición limitada de sus coches, participación en el equipo de Fórmula 1 y una relación estrecha con Luca de Meo, con el que ha compartido mesa y mantel en varias ocasiones.

- ¿Cómo empieza tu vinculación con el mundo del motor?

- Desde pequeño me encantaban los coches, compraba maquetas… pero ni en mi familia ni en ningún sitio había tenido acceso a coches rápidos, hasta que el piloto de rallyes Ken Block -creador de las gymkhanas de 'hoonigan'- conoció mi trabajo y me invitó a diseñar los colores de su coche y su equipo. A partir de ahí empecé a diseñar más coches, porque me parece un soporte perfecto. Si en mis pinturas sobre muros o lienzos estoy pensando siempre en la velocidad y en el dinamismo, imagínate una forma esculpida por la aerodinámica y por el viento, me parece el soporte perfecto.

- ¿Cómo fue el primer contacto con Ken Block?

- Fue muy inesperado, me mandó un correo su mánager en 2015 de cara a la decoración del equipo oficial Ford de 2016. Yo estaba en Bélgica y me dijo que estaban en Londres, que si quería ir. Fui allí y durante ese fin de semana perfilamos el proyecto en Londres y lo finalizamos en Los Ángeles. Lo que acabé haciendo fue pintar unos cuadros, en vez de enseñar todo por ordenador. Fue una manera de trabajar muy curiosa y son un equipazo. Algo bueno que tiene Estados Unidos es que apoya muchísimo el diseño y el arte. Antiguamente el centro del arte era París y ahora es Nueva York, y eso se nota. Aunque no juguemos a béisbol nos compramos gorras, aunque no nos guste el fútbol americano, llevamos sus logos, tienen logos bonitos. Con Ken Block pasa algo parecido, los coches de Ken Block se recuerdan porque son especiales, llama a artistas, a diseñadores potentes…

- A partir del diseño para Ken Block, ¿tienes más relación con el mundo del automóvil?

A partir de lo de Ken Block me han ofrecido cientos de proyectos de coches, pero no siempre es lo que uno quiere hacer. Realicé un Corvette para un coleccionista americano que los guarda y los expone en museos y después llegaban proyectos grandes en coches que no encajaban o grandes coches con proyectos pequeños, por lo que compré un McLaren e hice el coche que yo quería hacer.

Los diseños para el equipo de Ken Block fueron claves en su particular carrera profesional en el mundo del motor.

- Cuando llega Alpine, ¿sí ves una afinidad con su producto?

- Al cien por cien. Alpine me parecía la marca perfecta. Para empezar, está Fernando Alonso allí, con una cercanía que me interesaba. Por otro lado, están en un proceso de cambio, en crecimiento, y a mí eso me encanta, mi filosofía y mi trabajo encajan con eso. Es una escudería que me ha dejado proponer un montón de cosas que hemos hecho, son muy receptivos y ha sido una maravilla trabajar con ellos.

- ¿Cómo fue tu experiencia en el GP de Mónaco?

- Nunca había estado en la Fórmula 1 y llegué por la puerta grande, fue divertidísimo. Yo empecé diseñando una maqueta para el showroom que tienen ellos en los Campos Elíseos de París, era el proyecto inicial, y al final, proponiendo cosas se nos ocurrió: hacer una edición limitada, hacer el motorhome, el hospitality, detalles del monoplaza, las botas de Fernando… fueron un montón de cosas. Al final ver todos los diseños allí, en la Fórmula 1, en Mónaco… se alinearon los astros, fue muy bonito. Fue curiosa también la presentación del coche, que la hicimos con el CEO de Alpine, con Fernando, que hicimos varias vueltas por el circuito de Mónaco… fue una de las experiencias más bonitas de mi vida. El Alpine es mi coche de diario y lo conozco, pero cuando estuve de copiloto con Fernando no sabía hasta dónde podía llegar. Iba muy rápido, rozando los muros casi… y él incluso me dijo que 'el coche era un poco pesado' (ríe).

- ¿Cómo diseñaste los Alpine?

- Queríamos hacer un coche edición limitada muy exclusivo dentro de las posibilidades de producción. Por ejemplo en el interior solo hemos cambiado las combinaciones del coche por otras antes no disponibles de tejidos, costuras y detalles. Por fuera es adaptar el estilo al soporte. El muralismo hace que te adaptes a formas lisas, abruptas, a donde llega o no la grúa o que trabajes con lluvia, sol, viento y frío. En un coche dentro del estudio es más fácil. Aunque yo haga el diseño previamente, tengo que estar delante del coche marcando todo, hacer las plantillas de vinilo, diseñar a ordenador el tamaño justo… En el caso de los Alpine cada coche es único pero el diseño de base con las plantillas es el mismo. Es un proceso muy manual. El coche llega como nuevo, lo lijamos y, a partir de ahí, a pintar el coche, por centímetros cuadrados, es como un cuadro gigante y el nivel de detalles es muy alto. El primero nos costó casi un mes y medio hacerlo, los otros tres, entre dos y tres semanas.

- ¿Cómo surge la idea de que el coche se pueda vender?

- Una buena parte de mi obra es una obra seria. En arte es muy común hacer ediciones limitadas de serigrafías, de esculturas… así que propusimos hacer unos cuantos y finalmente fueron cuatro, uno se lo queda Alpine para su museo y los otros tres se han vendido ya.

- De cara al futuro, ¿te gustaría hacer algo más con Alpine?

- Sí, de hecho, estoy haciendo muchas menos colaboraciones, pero las que hago me gusta que sean a largo plazo. Con Alpine sí me gustaría hacer más cosas porque es una marca que tiene mucho futuro y están muy pendientes a cambios y nuevas ideas. Además, es una marca francesa y Francia siempre ha estado muy relacionado con el arte y la moda, apuestan por el arte y les gusta, está en el ADN de los franceses, y me encanta colaborar con una empresa francesa en este sentido.

El Alpine A110 con el 'livery' de Pantone es tan exclusivo que solo se hicieron cuatro modelos: uno está en el museo de la marca francesa y los otros tres están vendidos.

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