En el sector de los vehículos comerciales los pick-up son modelos muy buscados por todo tipo de trabajadores. Son coches que te permiten no sólo tener espacio y una buena capacidad de carga, sino también poder acceder a los caminos más sinuosos e irregulares. Estos coches son los reyes de las montañas y, entre todos ellos, hay uno que destaca por encima de los demás: el Ford Ranger Raptor, sin duda.
Si pensamos en un pick-up, probablemente el primero que les venga a la mente sea este modelo de la marca americana, y es que no es de extrañar que lleve siendo el modelo de su categoría más vendido en Europa durante diez años consecutivos.
Nosotros lo comprobamos de primera mano con su variante diésel y en un color naranja eléctrico que le queda como anillo al dedo. Desde el primer momento al volante sentimos lo imponente que es este vehículo en carretera. Antes de subirte te sientes pequeño, pero cuando arrancas y conduces... te sientes el rey de la carretera.
Este Ford es muy americano, y podemos identificar muy bien la marca con su enorme parrilla delantera en la que el nombre se ve realmente imponente, algo específico de esta versión Raptor. Sus dimensiones son de 5,36 metros de largo, 2,03 de ancho y 1,93 de alto, y para subirnos tenemos que hacer uso de las estriberas.
Detalles de color naranja en el interior, donde encontramos muchos espacios, una gran pantalla central vertical y un cuadro de mandos digital.
Esta variante Raptor es más agresiva que el Ranger 'normal', y no sólo cuenta con diferentes detalles de diseño, también con más anchura de vías, más altura libre al suelo, más resistencia en el chasis, más protecciones, brazos de las suspensiones en aluminio... en definitiva, es un Ranger mucho más capaz, campero y resistente en todos los sentidos.
Un diésel capaz
Nuestra unidad de pruebas tenía bajo el capó un motor diésel 2.0 de 205 CV. No por ser diésel su consumo es bajo, promedia 10,6 litros a los cien, tres menos que el modelo V6 gasolina 3.0 de 292 CV. En ambos casos el cambio es automático de diez velocidades y, aunque el diésel nos ha gustado y nos ha parecido realmente capaz hasta en las situaciones más complicadas, si tuviésemos la oportunidad de elegir, nos quedaríamos con el gasolina.
Por supuesto, el Raptor cuenta con reductora, tracción a las cuatro ruedas con diferencial central y podemos modificar su comportamiento con hasta siete modos de conducción. Tenemos también todo tipo de ayudas para descensos, ascensos y situaciones complicadas con un funcionamiento perfecto, algo que hemos podido comprobar de primera mano por tramos de montaña en los que las rocas y los obstáculos estaban constantemente presentes, pero este Raptor 'se los come', literalmente.
A todo esto debemos sumarle algo muy importante a lo que Ford nos tiene acostumbrados: unos interiores bonitos y un sistema multimedia intuitivo, efectivo y moderno. Y es que, en esto, Ford sigue siendo uno de los referentes del mercado.
El Ranger Raptor sigue siendo el rey de los pick-ups.
No debemos olvidarnos de la zona de carga, muy reforzada y amplia con 1,22 metros de anchura y 1,56 metros de largo. Por supuesto, no es un coche pensado para llevar unas maletas, sino objetos voluminosos y muy pesados que podemos cargar de forma sencilla con la apertura de su portón.
Por unos 73.000 euros podemos hacernos con este Raptor, y por 4.000 euros más con la variante gasolina. Ford sabe muy bien qué busca el público de este tipo de modelos.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.