Hyundai Kona N: La diversión llega a los SUV urbanos

El Hyundai Kona N ya está en la calle y, tras probarlo durante un largo fin de semana en Valencia, nos ha encantado. Aunque a muchos no les guste la fórmula de un SUV deportivo, tiene mucho sentido. Igual que en su día los primeros GTI nacieron al poner la mecánica de un deportivo en una carrocería 'popular'. Ahora los coches más populares son los SUV, y por eso cada vez hay más deportivos en esta clase. La moda la empezó Porsche con el Cayenne, pero hoy Lamborghini, Maserati y, por supuesto, BMW, Mercedes y Audi tienen modelos en esta clase, aunque más caros y de mayor tamaño.

Esa tendencia llega ya a los segmentos más populares, y el Kona es un buen ejemplo, pero Hyundai ha hecho las cosas a conciencia. Con ingenieros en gran parte europeos con mucho saber hacer a sus espaldas, el Kona N ha recibido la mecánica del premiados i30 N. Motor dos litros turbo de 280 CV, tracción delantera con autoblocante –una pieza de competición utilizada en pocos coches de calle–, grandes frenos, grandes llantas, una suspensión muy bien puesta a punto y hasta neumáticos Pirelli específicos para este coche.

El resultado se ha vestido con un color muy 'pintón' y con detalles atractivos en interior y exterior… pero sin caer en la extravagancia. Todo es funcional.

En parado, el cóctel funciona de maravilla, y el Kona N inicia la marcha con un ronco sonido que sale por sus dos grandes tubos de escape. A pesar de su imagen y mecánica, se mueve con bastante confort en todo momento. Dicho de otro modo, no es una roca cuando pasamos los baches y podemos utilizarlo con confort en el día a día. El interior no es lujoso, pero está magníficamente bien hecho, con detalles de gama muy alta, como asientos eléctricos calefactables y ventilados, head-up display, enorme pantalla central, carga inalámbrica, etcétera. Sobre todo el Kona tiene un volante y asientos perfectos para el día a día y también para trazar curvas.

Para ese cometido tenemos dos botones 'extra': el azul-gris que activa el modo N, claramente más deportivo, y uno rojo que incrementa la potencia durante 20 segundos, con una vistosa cuenta atrás que multiplica la diversión.

Lo mejor del Kona N es que es un deportivo muy serio, nada de 'postureo', y es que la marca quiere amortizar su pedigrí en el Mundial de Rallyes con una gama de calle que ponga en aprietos a los mejores de su clase, con coches como los i20 e i30 N de alto rendimiento… que seguramente se venderán menos que este atractivo Kona. La caja de cambios, por ejemplo, tiene varios modos de uso, y en el programa manual, que se usa con las levas o con la palanca del cambio, no engrana una marcha superior al subir de vueltas, sino que corta las revoluciones para no entrar en sobre-régimen, como un deportivo puro, exactamente lo que persigue este Kona. Conducirlo en curvas es un placer y, aunque la dirección 'tira' de autoblocante y hay inercias por el peso, se disfruta mucho.

El modelo conserva el espacio, la calidad y polivalencia del resto de la gama, se puede usar en circuito sin perder la garantía y cuesta 42.000 euros. El precio puede ser una de las pegas de este coche. La otra es el consumo. La marca anuncia 8,5 litros, que conseguimos si somos moderados con acelerador. Nosotros no hemos podido bajar de doce litros pero, con un niño de ocho años insistiendo en que pulsemos el botón rojo, el consumo pasa a un segundo plano, eso, y que da gusto darle marcha.