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En la vida, y también en las empresas, a veces es tan malo llegar pronto como llegar tarde, pero algunos aciertan al llegar a tiempo, y esto es, seguramente, lo que va a ocurrir con los cargadores eléctricos de Mercadona.

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La ley obliga a tener un tanto por ciento de plazas de cada nuevo parking público con recarga eléctrica, algo que Mercadona, como Ikea, por ejemplo, solucionaban con un montón de enchufes de entre 3 y 7 kilowatios-hora de potencia que, para ser sinceros, no sirven para casi nada. En una hora recargas energía para hacer unos 15 kilómetros, y yo ya les digo que jamás he estado una hora en un Mercadona. Aún así he visto muchos coches enganchados a los puntos y estos cumpliendo su papel.

Pero el mercado eléctrico avanza, y los 30.000 coches eléctricos que se venden cada año tienen problemillas para encontrar un buen punto de recarga cerca de casa, y ahí es donde entra en escena la inversión de Mercadona: 21 millones de euros para ampliar la red de punto de 2.000 a 5.000 puntos de carga y aumentar su capacidad a los 22 kilowatios. Es una potencia que, en una hora, nos permitiría recargar para más de 100 kilómetros, convirtiendo la compra en un momento en el que ‘recargar baterías’, más aún si pensamos que muchos de estos supermercados venden comida preparada que se puede consumir en las mesas del propio super.

La llegada de estos 5.000 puntos entre 2023 y 2024 es un signo de hacia dónde va el mercado y también las empresas, con cada vez más infraestructuras, aprovechando nuevas oportunidades de negocio y dando un buen servicio a los clientes. Una noticia que llega, además, en plena oleada de pseudo ataques políticos a la empresa valenciana que, afortunadamente, no ‘entra al trapo’.

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