Mobilize Limo: Un eléctrico para taxi

La capital de España ha vuelto a ser la elegida por Renault para poner en marcha un nuevo sistema de alquiler de vehículos eléctricos, en este caso no a particulares, sino destinados a profesionales del transporte de pasajeros. Como primera prueba, la elegida ha sido la empresa Cabify que pondrá en las calles madrileñas más de 40 unidades de la berlina Mobilize Limo, fabricada en China. La batería la suministra la también china Farasis, que ya era proveedora de los Zity. Construido sobre una plataforma específica que lleva bajo el piso las baterías, el Mobilize Limo mide 4,67 metros de largo con una batalla de 2,75 metros. Tiene una anchura de 1,83 metros y 1,47 de alto, y ofrece un amplio maletero con 500 litros de capacidad. Esta berlina esta propulsada por un motor eléctrico de 169 caballos y su batería es de 60 kilovatios, que ofrece una autonomía de 450 kilómetros. Teniendo en cuenta que este tipo de vehículos de servicio público suele rodar unos 350 kilómetros al día en dos turnos de conducción, parece que la autonomía puede ser más que suficiente. El tiempo de recarga es de diez a doce horas a siete kilovatios, de siete a ocho horas a once kilovatios y de 40 minutos para cargar una autonomía de 250 kilómetros en un supercargador rápido, por lo que, para este tipo de uso, parece el más indicado. Hay que destacar que, pese a la no muy alta potencia de la batería, este vehículo solo pesa poco más de 1.600 kilos, lo que supone todo un récord para este volumen de carrocería en un coche eléctrico.

El sistema Mobilize se contratará mediante una aplicación móvil digital de forma rápida y sencilla, y el vehículo se puede recoger en el concesionario o entregarlo en el domicilio del contratante. El periodo mínimo de contrato es de tres meses, sin entrada, con una fianza de un mínimo de 1.500 euros que se aplican al seguro a todo riesgo, e incluye además el mantenimiento y piezas, el cambio de neumáticos y la atención y asistencia las 24 horas del día. Las cuotas del alquiler aún no se nos han facilitado, y según Renault, serán muy competitivas y dependerán de la duración de cada contrato.

La estética de este vehículo –que no se venderá– es muy atractiva y a la vez algo atrevida, con una delantera muy similar a la de los Tesla y un conjunto de carrocería muy armónico y agradable. Las plazas traseras con muy adecuadas hasta para tres pasajeros y ofrecen la posibilidad de modular el sonido de la radio, tomas USB y regulación del aire acondicionado y calefacción. El habitáculo ofrece un buen aspecto general con buenos acabados y dos pantallas en el salpicadero de 10,2 y 12,3 pulgadas, con un infoentretenimiento bastante sencillo que ofrece la navegación por sistema Android Auto o Apple CarPlay exclusivamente. La posición del conductor tiene regulación eléctrica en el asiento y la suavidad y silencio de marcha es muy destacable. De igual modo el acelerador y el freno están muy bien calibrados con respecto al motor eléctrico, ya que no produce tirones indeseados al acelerar o frenar, algo habituales en otros vehículos movidos por electricidad. El tablero de instrumentos es un tanto escueto y hay que desviar algo la vista de la carretera para ver claramente algunos indicadores. Tiene tres modos de conducción: económico, normal y deportivo. En el modo económico la dirección se nos antoja un tanto dura. En un recorrido de unos 140 kilómetros a un ritmo normal llegamos a la sede madrileña de Renault con el 62 por ciento de batería útil.

El coche nos ha gustado, tanto por su aspecto externo como por su dulzura de marcha, buen andar y escasez de inercias indeseadas. No obstante, como ignoramos aún las tarifas, no podemos ofrecer una opinión razonada del conjunto de la oferta.

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