Insistir más en educar y formar

Hace poco estaba probando un híbrido enchufable y, comentándolo con una amiga, me dijo: «pero con eso te vas a quedar tirado en nada, ¿no?».

La compra de un vehículo es la segunda mayor inversión –o gasto– que vamos a hacer a priori en nuestras vidas después de una vivienda, es un producto que previsiblemente vamos a utilizar durante años y nos va a acompañar en nuestro día a día... pero, en general, en nuestro país, a mucha gente no le interesa saber de coches o, por lo menos, saber qué es lo que ofrece el mercado para tomar una decisión correcta a la hora de comprar un coche.

Hoy en día tenemos la suerte de disponer de muchas tecnologías diferentes en el mercado que se pueden adaptar muy bien a todo tipo de estilos de vida diferentes: diésel, gasolina, micro-híbrido, híbrido, híbrido enchufable, eléctrico, gas, hidrógeno... pero, debemos conocer estas tecnologías si queremos tomar la mejor decisión posible. Y para ello hace falta insistir en que se debe enseñar, sobre todo en las autoescuelas, qué son todos estos tipos de tecnología y las ventajas que ofrecen cada una de ellas.

Y no sólo eso, también a nivel de conducción. Ya sea una persona joven o un adulto que sólo ha conducido coches de combustión... ¿sabe cómo recargar un coche eléctrico? ¿Sabe calcular el consumo o las recargas en kilovatios-hora? Son sólo algunos ejemplos, pero creo que significativos.

Investiguemos, aprendamos y formémonos en todo aquello sobre lo que vayamos a tener un gasto porque, en muchos casos, una decisión correcta nos va a ahorrar bastante dinero a la larga y nos va a quitar quebraderos de cabeza. Y esto vale tanto para los coches como para cualquier aspecto de la vida en la que nuestro dinero y tiempo estén de por medio.

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