Néumaticos: todos los trucos que necesitas saber para su mantenimiento

Si pensamos que el coche se sujeta a la carretera básicamente como si se apoyase sobre la superficie de 4 palmas de la mano, está claro que son vitales para garantizar la seguridad. Ni el coche más potente, ni la mejor tracción ni las mejores suspensiones sirven para nada si no hay adherencia, y el neumático es el que la consigue.

Un correcto mantenimiento de los neumáticos alarga su vida útil, reduce el consumo de combustible y aumenta nuestra seguridad, así que vamos a ver unos consejos para conservar lo mejor posible nuestras ruedas.

El mantenimiento de los neumáticos es bastante sencillo. En realidad lo que más nos va a ayudar es simplemente el sentido común, pero no está de más que recordemos algunos detalles para tenerlos en cuenta y alargar así la vida de nuestros neumáticos y nuestra seguridad.

Presiones correctas: llevar las presiones bajas en los neumáticos acorta su vida drásticamente aumenta el riesgo de explosión y también dispara el consumo hasta en un 30%. Revisa la presión una vez al mes. Adapta también la presión de las ruedas a la velocidad y carga con la que vayas a realizar cada viaje.

Evita los bordillos: rozar el neumático contra los bordillos al aparcar estropea los flancos del neumático y los debilita. Es probable que incluso cortemos alguna lona en los neumáticos de perfil bajo y aparezcan bultos en el lateral. Es mejor dejar el coche un poco separado de la acera que rozar el neumático o pellizcarlo.

Reduce la velocidad en zonas bacheadas: por desgracia, las carreteras están a veces en muy mal estado. Cuando circules por carreteras llenas de baches, reduce la velocidad y evita los socavones más grandes.

Cuidado al repostar: la goma de los neumáticos se degrada rápidamente si vertemos combustible en ellas, sobre todo si se trata de gasóleo. Cuando estés repostando combustible, evita en lo posible que la boca de llenado pueda rebosar o quitar la manguera y que caiga combustible en el neumático. Si es así, enjuágalo con agua abundante en cuanto puedas.

Cuidado con los arcenes y cunetas: los bordes de la carretera suelen estar sucios, con gravilla, restos de posibles accidentes, etc. Si tienes que arrimarte al borde de la calzada o necesitas parar, reduce la velocidad y evita hacerlo en zonas que veas especialmente sucias, donde es muy probable que incluso provoquemos un pinchazo.

Evita las brusquedades: una conducción agresiva dispara el desgaste de los neumáticos.

Mantenimiento correcto: un mal alineado de la dirección o unos amortiguadores en mal estado hacen que el desgaste de los neumáticos no sea homogéneo y acorta su vida útil.